Marejada "brava" pone en riesgo a los pescadores de Veracruz

Las lluvias de este año afectan a los trabajadores del mar porque merman la captura de especies y la economía familiar de todos ellos, pero eso cambiará pronto, expresó Bernardo Hernández Guzmán, presidente de la Federación de Pescadores de Veracruz.

Por una parte es poco el volumen de especies que llegan y por otra, la naturaleza no les ayuda mucho, afirmó.

A ello se suma el riesgo de navegar con el mar picado y en embarcaciones pequeñas porque las marejadas podrían voltearlas, señaló el pescador.

Esperan que en los próximos días baje la intensidad del oleaje porque tanto sedimento revuelve el agua y ya no es ventajoso para ellos.

"Los pocos que pueden salir sí se está recuperando un poco la producción, pero muy poco, por el tema de los vientos que vienen acompañados de estas lluvias.

"Esa marejada también afecta a embarcaciones grandes porque es una marejada bien brava, con vientos de más de 80 kilómetros y hasta de 100 kilómetros por hora y eso desalienta a que salga a pescar mucha gente.

"De hecho aún no hay mucha especie pero ya empiezan a salir más, pero el riesgo es un accidente porque incluso las corrientes arrastran piedras y en altamar es más violento el oleaje", subrayó Hernández Guzmán.

Sin embargo la situación cambia poco a poco y ya van en recuperación.

"En mayo la producción era de 4 a 5 pescaditos y a lo sumo podíamos capturar entre 8 a 15 kilos; pero ahorita hay embarcaciones que pueden traer hasta 50 a 60 kilos y algunos con más suerte pueden traer más de 100 kilos, pero esperemos que ya se generalice para todos.

"Queremos que ya mejore un poco esto porque ya se está hablando de una onda tropical que viene y va a generar inestabilidad", señaló el representante de un sector de trabajadores del mar.

"La pesca ha sido mala, y lo máximo que se lleva un pescador es entre 40 a 50 kilos, principalmente con red; nosotros también estamos yendo al mar y es lo que estamos capturando: de 50 a 70 kilos", remarcó el representa de pescadores que se establecen a la altura de la Escuela Náutica Mercante Fernando Siliceo y Torres, a pocos metros del bulevar costero Manuel Ávila Camacho.

Entre tanto, siguen trabajando para capturar especies y comercializarlas en el mercado local.