La Macroplaza del Malecón siguió despejada de vendedores informales el domingo y con algunos paseantes a quienes no asustaban el cielo nublado ni los vientos del frente frío número 2 ni sus vientos con rachas promedio de 50 a 60 kilómetros por hora.
La zona donde solían colocarse los vendedores informales seguía despejada y en sus alrededores, elementos policiacos pendientes para evitar un posible regreso masivo que no se percibe en las inmediaciones de la zona.
Apenas 2 buscadores de monedas en el mar, que por cierto, cada vez son menos y ya no llevan niños para seguir sus pasos de arrojarse al agua en busca de las monedas que lanzan los turistas.
¿Empezará a morir esa práctica que tanto atrae a los turistas?
En la calle Insurgentes Veracruzanos y Landero y Cos permanecían cintas amarillas y obstáculos para desanimar a vendedores informales.
Los agraviados sin vela en el entierro son los propietarios de tranvías turísticos de madera, que se colocaban precisamente en Insurgentes Veracruzanos para ofrecer recorridos por San Juan de Ulúa y por el Aquarium de Veracruz y sus alrededores en el bulevar Manuel Ávila Camacho. Ahora están en Gómez Farías casi esquina Serdán, donde los turistas no los visualizan fácilmente, aunque están cerca del Museo Naval, pero dan la impresión de estar abandonados y los visitantes no se acercan.
Las condiciones climáticas continuarán, según el pronóstico del tiempo, pero los paseantes no se detienen... pero sí preguntan por los vendedores de raspados.
LLUVIA
A mediodía empezó una lluvia pertinaz y cambió los planes de los caminantes.
Aunque son lluvias fugaces, "una pasadita", dicen los jarochos.
Fotos: Heladio Castro.
/ct
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