No sólo se dedican a atender mascotas. Su labor va mucho más allá y es fundamental, entre otros rubros, en la cadena de producción animal hasta las mesas de los consumidores. Son los médicos veterinarios zootecnistas.
El investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Francisco Javier Ugalde Acosta, recordó que el 17 de agosto se celebra en México el Día del Médico Veterinario Zootecnista.
Esa fecha corresponde a la fundación de la primera escuela veterinaria en el país y en el continente americano, que tuvo lugar en 1853 y que fue agregada al Colegio Nacional de Agricultura que ya existía en el antiguo Colegio de San Gregorio.
Mencionó que a causa de la inestabilidad de su entorno, la institución fue clausurada y posteriormente, en 1857 cambió esa enseñanza dentro de la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria, donde perduró hasta 1914.
Entre 1916 y 1918 se reanudó la enseñanza, en forma separada, en la Escuela Nacional de Agricultura, en la actual Universidad de Chapingo, y desde 1939 se le conoce como Escuela Nacional de Medicina Veterinaria y Zootecnia, término que alude a la cría y mejora de especies económicamente valiosas, y se dio un notable impulso a las disciplinas asociadas con la educación que imparte.
Más tarde, las instalaciones se mudaron a la Ciudad Universitaria y en 1969 el Consejo Universitario le otorgó la categoría de Facultad. Además, para conmemorar la fundación de la primera Escuela de Medicina Veterinaria se propuso celebrar cada 17 de agosto el Día del Médico Veterinario Zootecnista, para reconocer el trabajo y dedicación de esos profesionales.
SALUD Y ALIMENTACIÓN
El investigador del INIFAP dejó en claro que, el perfil de un médico veterinario zootecnista no es el de alguien que se dedica a cuidar mascotas, sino que va más allá y trabaja con especies que forman parte de la cadena productiva y eventualmente de la alimentación de la sociedad.
“El rol del médico veterinario en la sociedad es muy amplio y no se limita únicamente al cuidado de mascotas, pues una de sus principales acciones es la detección temprana de enfermedades e infecciones de origen animal que podrían transmitirse a los humanos, o la introducción de agentes patógenos en la cadena alimentaria.
“Reconocemos la invaluable labor de los médicos veterinarios al preservar la salud animal, la salud pública, y por garantizar la producción de alimentos sanos sanos e inocuos desde las granjas de producción hasta las mesas de los consumidores mexicanos”, puntualizó Ugalde Acosta.
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