Portando una playera, boina estilo cadete y gafas de sol, Oliver, un perrito de raza Pitbull Americano de tan solo 3 años, camina sobre el boulevard Manuel Ávila Camacho junto a su dueño, Juan, cautivando a su paso a todo aquel que lo llega a mirar.
"Oliver es la sensación de esta zona, ya conoce a todos los meseros y vendedores, desde pequeño ha sido muy amigable y lo acostumbré a andar bien vestido. Desde hace un año decidí pedir una moneda a cambio, lo que gusten cooperar, por tomarse una foto, pues la necesidad me hizo recurrir, sin embargo, Oliver ya estaba acostumbrado a que le pidan fotos" contó.
Juan es obrero general, sin embargo, también fue víctima del desempleo por la pandemia, pues actualmente trabaja muy pocos días, por ello buscó junto a su fiel compañero generar ingresos para que pudieran comer los dos.
"Él es mi hijo, mi hermano, mi papá, mi amigo y mi todo, hemos estado juntos desde que él es pequeño. Es un perrito que deja enamorado a quien lo vea, los niños cuando lo ven lo abrazan y hasta lo quieren besar, él se deja, pareciera que le gusta llamar la atención, además de que se deja querer".
El impacto que causa Oliver en las personas es tan grande que Juan comentó, hace unos días una familia turista le ofreció la cantidad de $5,000 pesos, sin embargo, él dejó en claro que su fiel amigo no está en venta, pues dice, el día que Oliver le falte, una parte de él también se irá.
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