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Juan Carlos, el pequeño guerrero que enfrenta la leucemia infantil en Casa AMANC

A sus 4 años, Juan Carlos enfrenta la leucemia infantil con el apoyo de AMANC y sigue estudiando con entusiasmo.
Veracruz | 2024-09-09 | Josefina Lugo
Juan Carlos, el pequeño guerrero que enfrenta la leucemia infantil en Casa AMANC
A sus 4 años, Juan Carlos enfrenta la leucemia con el apoyo de AMANC y el cariño de su familia.
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A sus 4 años de edad, Juan Carlos Pérez Olarte, se ha convertido en uno de los guerreros de AMANC, pues desde hace 4 meses lucha para vencer la leucemia linfoblástica.

Al pequeño no le cohíbe el público, pues ya se acostumbró a expresarse ante los medios de comunicación, desde que vive en la Casa AMANC, junto con sus padres, pues son originarios de Papantla.

El pequeño, que no deja de ver lo bueno y bello de la vida, le gusta el aire acondicionado con el que cuenta en su recámara del albergue y que cuando cae la lluvia no se escucha el ruido de las gotas sobre el tejado.

Aunque está en Casa AMANC mientras le realizan sus quimioterapias, un largo tratamiento que no ha minado su entusiasmo y vitalidad, también se dedica a estudiar, le gusta mucho, y aprovecha cada clase, incluso va muy adelantado de acuerdo a su edad.

“Es muy bromista y travieso”, dice su mamá, la señora Magdalena Olarte Cruz, quien junto con su esposo, de oficio campesino, vive en el albergue de AMANC para enfrentar la enfermedad del niño, su único hijo.

Juan Carlos, el pequeño guerrero que enfrenta la leucemia infantil en Casa AMANC
Juan Carlos y otros niños de AMANC participan en actividades terapéuticas para sobrellevar su tratamiento.

El día de la entrevista al pequeño le realizaron una quimio, sin embargo, el ánimo de Juan Carlos no decayó y se empeñó en visitar esta casa editorial, pues le encanta que lo entrevisten y hablar de su casa en Veracruz.

A todo dice que sí, aquí, en la ciudad de Veracruz, por primera vez fue al cine, y también a ver el espectáculo de patinaje sobre hielo, Frozen.

“También acude a equinoterapia, junto con otros niños del albergue, los ayuda a mantenerse tranquilos y seguros ante la adversidad”, comenta la presidenta de AMANC, Susana Lara, quien a todas luces muestra su orgullo por el pequeño que habla dialecto.

“Aquí viven todos, Magda se organiza con las demás señoras para preparar la comida todos los días, los proveedores les brindan todo lo necesario para la cocina, incluso hasta la donación de un kilo de tortillas”, explica, al referirse a la organización de la Casa AMANC, donde viven varias familias.

“El Club de Leones Veracruz A.C., siempre nos está apoyando con todo, desde alimentos hasta medicamentos, incluso vestidos de quince años, al igual que el Club de Leones dejando huella, quienes donan PET y despensas mensuales”, agradeció.

“Por la comida no me preocupo, porque sé que ellos no se van a quedar sin alimentos, lo que sí es preocupante es el pago del transporte, porque son 137 familias de las cuales casi 40 están recibiendo quimioterapia, están activos y ellos vienen semana a semana”, agregó.

Juan Carlos, el pequeño guerrero que enfrenta la leucemia infantil en Casa AMANC
AMANC ofrece refugio y apoyo a familias de niños con cáncer, como Juan Carlos, originario de Papantla.

Aclaró que, en este momento, en el albergue viven los niños Gamaliel y Susy, ambos con sus familias, ellos son de Loma Bonita Oaxaca y Juan Carlos, los demás van y vienen, pero sí se están 3

Entre los beneficiados cuentan con familias del norte del estado, San Rafael, de Gutiérrez Zamora, y del sur, Acayucan, Nanchital, Mecayapan, muchos menores de San Andrés, Catemaco y Alvarado, pues de Veracruz no son tantos, son más foráneos.

Los ejes rectores de la Asociación Mexicana de Niños con Cáncer es pagar el transporte de ellos y sus familias para que continúen con sus tratamientos de quimioterapia, porque es un tratamiento tan largo que va de 3 años y medio a 4 años, y AMANC evita la deserción, hace que ellos vengan.

“Los niños vienen a estar bien, no solamente a las quimios, tenemos convenio con el IVEA, para que estudien, al igual que sus papás y hasta sus abuelitas”, dijo Susana.

Este estudio les permitirá que cuando los pequeños salgan de la enfermedad puedan incorporarse a la escuela, en el grado que les corresponda para continuar sus sueños, tal como lo hace Juan Carlos.

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