Las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos se mantienen tensas con la advertencia del presidente Donald Trump de imponer un arancel del 25 por ciento a las importaciones de acero y aluminio para el 12 de marzo.
José Manuel Urreta Ortega, presidente de la Asociación Nacional de Consejos Empresariales Regionales (ANCER), advirtió que el impacto de estos aranceles podría extenderse a sectores estratégicos como el automotriz, que depende en gran medida del acero y aluminio importados.
Recordó que en su primer mandato presidencial, la administración Trump eliminó los aranceles al acero y aluminio de México y Canadá como parte de una estrategia para asegurar el apoyo del Congreso al T-MEC.
En esta ocasión Trump está evaluando imponer aranceles adicionales a las importaciones estadounidenses de automóviles, productos farmacéuticos y chips informáticos.
El presidente de ANCER también mencionó que en 2023, el intercambio comercial de productos terminados entre México y Estados Unidos superó los 6 millones de toneladas. De ese total, México adquirió 4.1 millones de toneladas de bienes estadounidenses, mientras que envió a ese país 2.3 millones de toneladas.
Esta dinámica resultó en un saldo comercial favorable para Estados Unidos, con un superávit superior a los 3 mil millones de dólares. Durante el año pasado, las exportaciones mexicanas se redujeron en un 28%, mientras que las importaciones desde Estados Unidos aumentaron un 10 por ciento.
"De acuerdo con la Secretaría de Economía, México actualmente importa más acero y aluminio de Estados Unidos del que le vende, lo que contradice la premisa de que las exportaciones mexicanas perjudican a la industria estadounidense".
México es el tercer proveedor de acero y aluminio, de Estados Unidos, después de Canadá y China. La medida podría encarecer la producción y afectar a una industria profundamente integrada en la región.
"La industria automotriz de Norteamérica es una de las más interconectadas del mundo. Gravar un insumo clave puede tener efectos adversos no solo en México, sino también en las propias fábricas estadounidenses que dependen de nuestro acero", explicó Urreta.
Recordó que la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero) también ha desmentido la idea de que las exportaciones mexicanas sean responsables del cierre de plantas o despidos en Estados Unidos.
Cabe recordar que el pasado 10 de febrero, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva para gravar con 25% todas las importaciones de acero y aluminio independientemente del país de origen, que entrarían en vigor el próximo 12 de marzo.
Por el momento los aranceles del 25% a productos de Canadá y México entraron en vigor este martes 4 de marzo, mientras que los aranceles recíprocos a los productos agrícolas de todos los países se aplicarán a partir del 2 de abril.
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