Las asociaciones religiosas son algunos contactos que encuentran los migrantes cuando pretenden ingresar en Estados Unidos o cuando los deportan del vecino país, y en este año se ha auxiliado a miles de latinoamericanos en el cruce fronterizo, afirmó Elpidio Salinas, de Ministerios Unidos para Cristo en la frontera México-Estados Unidos.
Por su experiencia en trabajo con migrantes mexicanos y de otros países de América Latina, resaltó que ya es muy difícil ingresar en territorio estadounidense y por eso ciudades como Tijuana en Baja California y San Diego en California tienen un enorme flujo de indocumentados en busca de un mejor futuro, pero ya es muy difícil.
Entre esas personas llegan a encontrar a quienes buscan refugio en el alcohol y sustancias prohibidas, y les ofrecen ayuda para sacarlos de esa situación y que vuelvan a su hogar.
"Hay muchas personas que necesitan algo que no encuentran allá donde andan, y hemos visto a personas que a veces están fumando o tomando, que han tirado el cigarro, la botella y todo cuando escuchan un canto: el canto trae un mensaje y lo cantamos con estilo ranchero, norteño, banda, de todo.
"En Tijuana hemos apoyado a muchos migrantes, mucha gente que ha apoyado a los que llegan ahí; hay un albergue", señaló Salinas.
Explicó que cuando saben de algunos deportados van por ellos a la línea fronteriza y los recogen, para que no anden al garete ni sean víctimas de la delincuencia.
"Van como 6 mil personas a las que se recoge y les dan el permiso de salida. Vamos a la línea fronteriza y les damos de comer, les llevamos ropa, eso hacemos por los migrantes", dijo el evangélico.
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