Ante la algarabía con la que muchas personas se preparan para la llegada del año nuevo y celebrarla en fiestas multitudinarias, el obispo de Veracruz, Carlos Briseño Arch, llamó a la prudencia y la mesura pues advirtió que esas aglomeraciones podrían tener consecuencias graves en el corto plazo.
En entrevista previa a la primera misa dominical en la Catedral de Veracruz, el clérigo destacó el riesgo que implica en este momento acudir a concentraciones humanas en las que se suele relajar las medidas sanitarias propias de la pandemia del coronavirus.
"Yo lo único que pediría es que no nos aloquemos. Yo sé que en las fiestas de fin de año es donde más puede haber ese intercambio, porque en Navidad como sea va a núcleos más selectos, y en el año nuevo se hacen las grandes concentraciones de gente.
"Yo creo que año nuevo sí es un tanto peligroso, yo creo que sí tendríamos que tener un poquito de prudencia y no pensar que no va a pasar nada porque es año nuevo: creo que tenemos que cuidarnos como lo hemos estado haciendo hasta ahora, sobre todo por la convivencia que hay y las multitudes que se dan", puntualizó Briseño Arch.
Esperanza
El obispo de Veracruz resaltó que pese a la difícil situación sanitaria y económica que enfrenta el mundo y de la que no escapa Veracruz, no se debe caer en el pesimismo ni asumir posturas derrotistas.
"Yo siempre veo al futuro con esperanza porque al final de cuentas, eso nos da nuestra fe: el saber que no importa lo que haya pasado este año o el año pasado, lo importante es ver hacia adelante y verlo con esperanza, es decir, yo creo que todos tenemos que ver que hay cosas positivas en el hombre y creo que la idea sería sacar lo mejor de cada uno de nosotros y buscar lo mejor de nuestra sociedad", recalcó Briseño Arch.
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