El Instituto Nacional de Ecología Cambio Climático, desde el mes de diciembre del 2018, publicó un estudio donde reveló que el herbicida glifosato debería ser considerado como un contaminante persistente, ya que se ha detectado en el suelo y en el agua, aún incluso después de haber culminado la etapa de la post cosecha, lo cual representa un peligro latente para la población que ya ha sido confirmado con pruebas científicas.
"A partir de la evidencia de la presencia de glifosato no sólo en cuerpos de agua, sino también en fluidos humanos como orina, sangre y leche materna es altamente probable que la cadena alimentaria sea una vía mediante la cual las personas pueden estar expuestas al glifosato", detalla el estudio.
El glifosato es un compuesto que está presente en más de 750 herbicidas comerciales y aunque actualmente se sabe que este herbicida produce daños en diversas especies de organismos como peces, insectos, anfibios, se sigue usando incluso más del riesgo que representa para la salud al consumir vegetales altamente contaminados por esta sustancia.
En entidades como el estado de Veracruz, hay una gran prevalencia de cáncer en niños, principalmente de pequeños que viven en el campo, cuyos padres se dedican al cultivo y cuya exposición al glifosato es diaria.
En la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer, la presidenta, Susana Lara, confirmó a Imagen de Veracruz que la gran mayoría de pequeños que acuden a tratamiento por cáncer infantil son hijos de padres que se dedican al campo.
"En el estado tenemos la leucemia linfoblástica aguda que es el cáncer en la sangre, es de los que más padecen los niños que vienen de municipios del norte del estado como Papantla, San Rafael, Gutiérrez Zamora y Naranjos, así como a localidades del sur, entre ellas Mecayapan, Acayucan, Minatitlán, San Andrés Tuxtla y Catemaco", dijo.
Afirmó que, en su experiencia al frente de la asociación, uno de los factores que han sido asociados con el incremento de casos de cáncer infantil, especialmente en áreas rurales de Veracruz, es el uso de productos químicos en el campo.
"Tiene mucho que ver la alimentación del menor o las madres, pero he notado que por lo regular los padres de familia se dedican al campo y ellos manejan productos de fertilizantes, herbicidas que son tóxicos y no tienen el cuidado de llegar a su hogar de cambiarse, también se da esa contaminación cuando la mujer está gestando, entonces hay más casos de niños pequeños con cáncer", afirmó.
Según datos del Catálogo Oficial de Plaguicidas de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, en México están permitidos más de 180 ingredientes activos de plaguicidas altamente peligrosos.
Ahí se explica las características del herbicida glifosato, su uso en la agricultura con organismos genéticamente modificados y la evidencia científica relevante sobre sus efectos en el ambiente y la salud.
Aunque el glifosato se ha utilizado en la agricultura desde su descubrimiento como herbicida, es a partir de la introducción de cultivos genéticamente modificados tolerantes a este compuesto que su uso aumentó significativamente.
Desde la década de 1980, el glifosato se usa como agente desecante de cultivos anuales que no han sido modificados genéticamente, tales como el maíz, trigo, cebada, avena, frijol, papa, lenteja, garbanzo, entre otros, para acelerar y sincronizar la muerte de las plantas para permitir la cosecha de los granos o frutos en un periodo de tiempo menor.
En julio del 2024 se dio a conocer a la opinión pública el caso de niños intoxicados por herbicidas durante la cosecha de papas en Perote, Veracruz, hecho vinculado al uso prolongado del glifosato, lo que generó alarma y gran preocupación, incluso la Subsecretaria de Desarrollo Rural, Agronegocios e Infraestructura de la SEDARPA, María Josefa Hernández Santiago, informó que se habían documentado los casos, que fueron debido a la exposición al glifosato.
Además, se le consideró detonante en el aumento de los casos de diversos tipos de cáncer entre agricultores y sus familias en la zona.
También en Estados Unidos, la fundadora y directora de Moms Across America, Zen Honeycutt, ha reportado hallazgos en la leche materna y la orina de madres estadounidenses.
"Cuando varios médicos y laboratorios me dijeron hace más de un año que no podía analizar mi orina ni la de mis hijos para detectar el herbicida más utilizado en el mundo, decidí encontrar una manera. Los padres y los ciudadanos merecen la posibilidad de cuidar de sí mismos y de sus familias averiguando si los herbicidas podrían estar afectando su salud", señaló.
Por lo que emprendió su proyecto, con la intención de tener prueba de que el glifosato está también en el agua, en los cuerpos de los niños y en la leche materna.
"Mi esperanza es inspirar más estudios científicos para ayudar al mundo a ser un lugar saludable y seguro para vivir", declaró.
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