Ante la cercanía del 12 de diciembre, los vendedores de imágenes religiosas que vienen de zonas serranas como Orizaba, Fortín y alrededores, ven la manera de trasladar sus productos artesanales, como la imagen de la Virgen de Guadalupe, a como dé lugar, incluso exponiendo su vida al circular en moto por carreteras veracruzanas.
Uno de estos ejemplos es don Andrés, un artesano de Cuitláhuac, quien en su moto viaja muchos kilómetros para llevar su mercancía a vender, acompañado por miembros de su familia, quienes también le ayudan en el oficio artesanal.
“Por la temporada, lo que más hacemos ahorita y lo que busca la gente son imágenes de la Virgen de Guadalupe, por lo que hacemos encargos y otras más que llevamos a vender a las poblaciones cercanas o hasta Veracruz, si, en moto, con la gracia de la virgen, no nos ha pasado nada”, aseguró.
A pesar de la modernidad y de que las nuevas generaciones no son muy creyentes, dijo que la fe del pueblo aún es muy grande por la Guadalupana, que es la virgen más venerada por los mexicanos y en las poblaciones pequeñas el fervor es mayor.
“Los jóvenes también participan, aunque no con tanto fervor, pero ven que sus padres o abuelos tienen la tradición y ahí, mal que bien, siguen sus pasos, porque ven lo milagrosa que es nuestra Morenita”, afirmó.
Subrayó que ha escuchado de muchos milagros que le atribuyen a la Virgen de Guadalupe, incluso de médicos que no se explican cómo sanan enfermos que para ellos es imposible que se curen tan pronto, cuando requerían una operación, por ejemplo y antes de hacérsela ya la persona se había curado.
“Yo sí creo mucho en la Virgen, yo soy el vivo ejemplo de que me cuida y me protege, porque viajamos en la moto por carretera, siempre con su protección y amparo”, concluyó.
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