Mientras el común de los ciudadanos ya recorren tiendas comerciales, restaurantes y bares y dejan derrama económica, los trabajadores del mar pasarán una amarga Navidad, con lo que puedan obtener para una modesta cena de Navidad y en la mayoría de los casos, sin cena.
El presidente de la Federación de Pescadores de Veracruz, Bernardo Hernández Guzmán, informó que llevan varias semanas sobreviviendo en tareas ajenas a su oficio porque el mar ya no les provee las toneladas de especies como las de otros años.
Mientras en el inicio de este año se registraron arribazones inusitadas de peces, ahora no hay nada.
A finales de diciembre del año 2022 se produjo una arribazón de casi 2 toneladas de sierra y otras especies en el litoral veracruzano; y el 31 de enero de 2023 hubo otra, de aproximadamente una tonelada.
La explicación de los pescadores sobre esos fenómenos es que las especies procedentes de Norteamérica huyen de las aguas heladas y buscan aguas más tolerables en el sur y por eso pasan por el Golfo de México.
PAMPANILLO
Sin embargo el presidente de la Cooperativa Pesquera Triunfo Unido, Joaquín Sosa Herrera, opinó que hablar de amarga Navidad.
"No es tanto como decir que el pescador va a pasar una amarga Navidad porque es el mes en que sucede la corrida de pampanillo; lo que nos afecta es que hay más de un 60 por ciento de nortes y 40 por ciento de días buenos, pero en esos días hay corrida de cazón y nos ayuda a oxigenar un poquito a que podamos llevarnos unos pesos al bolsillo y podamos llevar el sustento a la casa", explicó Sosa Herrera.
Los pescadores suelen comentar los peligros del mar en temporada de frentes fríos, además de que los afectan aunque no salgan a la mar: es jugarse la vida a diario para salir adelante.
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