Sembradores de papayas en la congregación Lomas del Manantial, municipio de Cotaxtla, demandaron que Petróleos Mexicanos les pague los daños sufridos en sus sembradíos a causa de presuntas liberaciones de gas en el pozo de Pemex ubicado en ese punto.
Taydé García Mendoza, uno de los afectados, explicó que varios productores se establecieron ahí en marzo del año 2020 pues rentaron unas tierras en donde siembran 8 hectáreas de la fruta mencionada, lo que representó una inversión de al menos 1.5 millones de pesos, más otros gastos.
Ellos llevaban cerca de 2 meses establecidos y trabajando ahí, cuando personal de Pemex empezó a hacer las instalaciones para un pozo, y al paso del tiempo empezaron las afectaciones, situación que reventó recientemente.
“Hace como dos semanas empezaron a prender mechones por donde está saliendo el gas de ese pozo. El viernes pasado (14 de mayo) cerraron las instalaciones, prohibieron el paso y nuestro paso, que es paso de servidumbre común que está lateral a las instalaciones del pozo, por estar cerradas no pudimos atender nuestra huerta y ese día teníamos que vender como 18 toneladas de papaya, el camión no puso entrar y la papaya se nos quedó.
“Ésa es principalmente una de las afectaciones. Es un pozo petrolero, el Tum 1 que está en Lomas del Manantial; lo hicieron como 2 meses después de que entramos nosotros a sembrar. Ellos ya tenían ahí supuestamente perforado pero no había ninguna instalación; a los 2 meses empezaron a hacer las instalaciones y actualmente ya está funcionando”, señaló García Mendoza.
Dijo que puede parecer poco hablar de 10 familias afectadas y 10 trabajadores en la misma situación, pero ésa es la parte visible. Además del millón y medio de pesos invertidos inicialmente, se suman otros gastos en insumos que se aplican a cada papayo conforme crecen para que estén sanos y garantizar frutas de calidad que se reflejen en las ganancias después de las ventas en el mercado.
Demandó que Petróleos Mexicanos responda al llamado para reparar el daño económico y aclaró que no hay una postura en contra de nadie, simplemente que se pague por las pérdidas.
“Que nos resarzan nuestra inversión. Estamos dejando de vender nuestro producto porque los compradores no quieren entrar porque tienen miedo; los trabajadores no quieren ir a trabajar porque huele muy feo, como a huevos podridos, y nos platican unas personas que viven por ahí que ha habido animales muertos: tlacuaches, zorrillos y todo eso.
“Además tenemos que llevar el agua desde un pozo a 800 metros, y ése fue otro gasto también muy fuerte que hicimos. Cuando ellos empezaron a construir sus instalaciones nosotros llevábamos con un tubo el agua, y tuvimos que pasarla por debajo de la terracería, pero como sus camiones pasaban todo el tiempo rompieron nuestra tubería. Fuimos a pedirles ayuda, nunca nos la dieron y tuvimos que hacer nosotros la reparación”, expresó Taydé García.
Indicó que hoy en día el camino ya está pavimentado porque los lugareños se enojaron y les hicieron un plantón.
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