Las marejadas, olas y golpeteo del mar al chocar con islotes, rocas, playas y malecones son espectáculos de la naturaleza que se han convertido en un producto turístico que atrae a visitantes, afirmó Guillermo Macías Lagunes, secretario general de Asamblea Permanente de Asociaciones Civiles con la Comisión de Cultura y Turismo.
Dijo que en época de frentes fríos y 'nortes', desde octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero y marzo, ese fenómeno que atemoriza al común de la población es un imán inusual que atrae a quien nunca ha visto algo parecido en la geografía de su región.
Aunque son espectáculos imponentes y sobrecogedores son un gancho turístico porque cada vez más personas preguntan por ellos y ya son parte de la oferta de algunas agencias, remarcó el guía de turistas.
"Desde 1995 hay un programa… No estaba todavía de moda la Secretaría de Protección Civil, ni los ayuntamientos con su Dirección de Protección Civil, nada, y operadoras turísticas del corredor Veracruz-Boca del Río ya tenían un programa y manejaban como atractivo los nortes, las olas.
"Es un espectáculo de la naturaleza, se disfruta desde otra óptica y quienes lo viven así, a gusto y lo disfrutan, lo sienten, vienen de la Ciudad de México, Estado de México, Puebla, Tlaxcala y alrededores: cuando el mar se sale sobre el corredor costero les encanta toparse con el agua salada, para ellos es fascinante, incluso pasar en sus vehículos", explicó Macías Lagunes.
Reiteró que en cada temporada las operadoras manejan como una opción a lo que da la naturaleza en el Golfo de México.
"La gente pregunta qué son los vientos alisios, tienes que explicarles cómo se forman los vientos alisios: el choque de aire frío con aire caliente del Caribe con el norte del continente, y eso da origen a los famosos nortes, los cambios bruscos de temperatura, y hacen que el mar tenga otra perspectiva que va de lo pasivo, calma chicha como le dirían en el argot marinero, a lo violento, para levantar olas que no es común ver en el corredor.
"Olas de casi 3 metros ya son espectaculares, porque el Golfo de México, por nuestro Sistema Arrecifal Veracruzano no se presta para lo que se da en el Pacífico, es muy diferente, y eso atrae al turismo más exigente: lo inusual, lo no común, la naturaleza agreste del mar, a la que el ser humano no puede controlar porque es diminuto a su lado", recalcó el guía de turistas
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