La recuperación por parte del gobierno federal de tres tramos de vías férreas que se encontraban concesionadas a la empresa Ferrosur serán clave para fortalecer la logística de transportación de mercancías que se plantea con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), uno de los megaproyectos del presidente Andrés Manuel López Obrador en la región sur del país, junto con el Tren Maya y la construcción de la refinería Olmeca de Dos Boca, en Tabasco.
En este plan, resurge el nombre de una empresa creada en la última década del siglo pasado en la que el gobierno es el accionista mayoritario y que fue desplazada por la privatización de las vías del tren durante el gobierno del expresidente priista Ernesto Zedillo Ponce de León.
Se trata de Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec S.A. de C.V. (FerroIstmo), que de acuerdo con lo marcado en el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) del pasado 19 de mayo del 2023, ocupó temporal e inmediatamente, en su carácter de integrante de la plataforma logística multimodal a cargo del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, los tramos recuperados de la concesión en favor de Ferrosur.
En el mismo decreto se detalla que la empresa que ahora tiene el control del derecho de las vías en la región sur del estado de Veracruz, es operada por la Secretaría de Marina-Armada de México. El titular de la empresa es Raymundo Morales Ángeles, quien cuenta con una carrera naval dentro de la Semar.
Al cumplirse ocho días del retiro de la concesión de las vías del tren a la empresa Ferrosur en el sur de Veracruz, el tema se mantiene vivo en la conversación mediática.
En medio de las críticas y rechazo de grupos de la oposición y un sector de la iniciativa privada, el presidente Andrés Manuel López Obrador aclaró desde su conferencia mañanera, que no fue una “expropiación”, como afirmaban grupos opositores, sino el rescate de las vías.
“Las expropiaciones que se han llevado a cabo son concertadas, esto no es una expropiación (lo de Ferrosur), que quede claro también: No se puede expropiar lo que es público lo que es de la nación, es un rescate”, aclaró López Obrador.
Sobre el tema, el conglomerado Grupo México fijó su postura oficial el mismo día en que le fue retirado el título de concesión, en el que afirmó que directivos analizaban la decisión del gobierno federal y se alistaban para el proceso de negociación sobre la indemnización.
La negociación se mantuvo durante la semana, ya que el propietario de la empresa, Germán Larrea, sostuvo reuniones privadas con el mandatario federal.
Alrededor del tema hubo organismos empresariales como la Asociación Mexicana de Ferrocarriles y la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA) que se mostraron en contra de la medida y advirtieron una reducción en las inversiones.
La misma posición la asumieron líderes políticos como el presidente del Consejo Ejecutivo Nacional del PAN, Marko Cortés, quien se lanzó en contra del retiro de la concesión a la empresa ferroviaria y afirmó que era una decisión que inhibiría las inversiones.
En tanto, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial en Veracruz, Luis Exsome Zapata, fue más reservado y descartó que la decisión fuera a frenar el interés que existe de empresas privadas y extranjeros por invertir en el Corredor Interocéanico del Istmo de Tehuantepec.
“Lo que veo es que sigue llegando la inversión extranjera directa y eso es positivo, puede que se manden señales encontradas, pero no sabemos el fondo del asunto, se ha difundido que tuvo ya reuniones con Grupo México y esperamos que se llegue a un acuerdo”.
Por su parte, la diputada federal, Rosa María Hernández Espejo, señaló que el rescate de las vías que estaban bajo la operación de Ferrosur darían certeza a la iniciativa privada, ya que de esta manera el gobierno federal abarataba los costos en el transporte de carga vía ferrocarril.
“Los que están criticando son esos que pierden privilegios, aunque parezca trillada la frase, es por esa razón que critican lo que está haciendo el gobierno, porque van perdiendo privilegios que compraron al amparo del poder”.
La legisladora de Morena señaló que el rescate del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec por parte del gobierno federal es una medida que va encaminada a fortalecer la infraestructura del transporte en el sur del país, junto con otros proyectos como el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas.
Dijo que las críticas sobre esta medida por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador vienen de grupos que fueron beneficiados por la privatización de los ferrocarriles en México, por lo que no tienen ningún fundamento.
“Más de 20 mil empleos directos y otro tanto indirecto, es decir, es un gran detonador, y se crea esta empresa para dar todas las condiciones a todo el que venga a invertir en ese corredor, el presidente lo ha dicho en la mañanera, así como se les olvidó a los neoliberales vender o concesionar las líneas de CFE, que fue lo único que dejaron, así también se les olvidó una partecita y ahí es donde creó el gobierno esta empresa (Ferroistmo) para desarrollar el proyecto del Istmo”.
La creación del Ferroismo fue avalada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP) el 3 de marzo de 1999, pero hasta el 19 de octubre de ese mismo año quedó constituida la Empresa de Participación Estatal Mayoritaria Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec S.A. de C.V.
Sin embargo, un año antes de su creación, el 14 de noviembre de 1998 se había cedido, bajo título de concesión, tres tramos de vías e instalaciones en esa misma región, que fueron los que se recuperaron de la empresa Ferrosur el pasado 19 de mayo.
La función de esta empresa era construir, operar y explotar el tramo ferroviario ubicado entre Medias Aguas y Coatzacoalcos. Pero, además, operar la vía general de Comunicación ferroviaria de Medias Aguas, en el estado de Veracruz, hasta el puerto de Salina Cruz, en Oaxaca.
En los primeros años, este ferrocarril era el único medio de transporte de pasajeros en la región, actualmente solo transporta carga en contenedores.
Con la llegada del actual gobierno federal, se estableció como objetivo dar continuidad al proyecto de Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que se mantenía detenido desde el gobierno del expresidente Porfirio Díaz.
Este proyecto buscaba incentivar el transporte de mercancía desde el Golfo de México hasta la Costa Oeste de los Estados Unidos en la ruta del Pacífico, a través de los puertos de Coatzacoalcos en Veracruz y Salina Cruz en Oaxaca.
Fue el 7 de junio del 2020 que el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó la rehabilitación de la Ferroistmo que ahora amplía su red de más de mil kilómetros con el retiro de la concesión a Ferrosur.
Hasta antes de la incorporación de los nuevos tramos que se recuperaron, esta empresa operada por la Secretaría de Marina ya administraba las siguientes líneas:
Línea FA. Recorre los estados de Veracruz, Tabasco y Chiapas con un total de 310 km de vías férreas que van de El Chapo a Palenque. Provee el traslado de carga por el Golfo de México de Coatzacoalcos a la península de Yucatán, se enlaza con el Tren Maya en Palenque y con la Refinería Olmeca de Dos Bocas en Tabasco.
Línea K. Une a Chiapas y Oaxaca a través de 472 km de vías férreas, de Ixtepec a Ciudad Hidalgo. El gobierno planea que este tramo se conecte la frontera sur con Guatemala mediante el ferrocarril de este país y el programa para el desarrollo de la frontera sur.
Línea Z. Enlaza a Veracruz y Oaxaca mediante 212 kilómetros de vías férreas que van de Medias Aguas a Salina Cruz. Esta vía conecta a los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, puntos clave para el desarrollo del corredor y que fue en donde se agregaron los nuevos tramos de Medias Aguas a Coatzacoalcos, Hibueras a Minatitlán y El Chapo a Coatzacoalcos.
5 estaciones de carga de FerroIstmo:
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