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Éxodo migrante: Familia desplazada por violencia en Honduras queda varada en Veracruz
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Tres niños de 4, 6 y 11 años, juegan en la arena, corren y saltan en la orilla de la playa Santa Ana, en la cabecera del municipio de Boca del Río, donde se refrescan de las altas temperaturas, mientras en la sombra del Foro Boca otro niño de dos años duerme sobre una sudadera.
Los cuatro fueron desplazados por la violencia que existe en San Pedro Sula, la segunda ciudad más grande de Honduras y, al mismo tiempo, una de las más inseguras de América.
Hace tres meses Xiomara Rivera y su esposo José Hugo Figueroa Gómez abandonaron su casa. Con ellos, huyeron su hijo Jaime de 11 años, y sus nietos Brayan Daniel de 2, Jason Caleb de 4 y Andrea de 6 años.
Los tres hermanos quedaron huérfanos el año pasado, cuando mataron a su madre de 21 años. Dos años antes habían asesinado a su papá. Xiomara dice que prefirió sacar a sus nietos de su país, por miedo a que tuvieran el mismo destino.
“Quieren acabar con los niños. No sé el papá de ellos en qué caminaba, como no vivían conmigo, vivían en otra colonia, no sé en qué pasos andaba él que hasta a mi hija me mataron”, cuenta consternada.
La mujer camina sujetando con sus manos dos platos desechables con comida que le regalaron en el comedor de Casa Santa Ana. Se dirige a la playa donde se quedó su esposo a cargo de su hijo menor y sus tres nietos.
Relata que además del temor porque se llevaran a sus tres nietos, fue despojada de su única propiedad: una casa de material que apenas este año recibió ya que fue beneficiada por una institución para su reconstrucción, tras ser damnificada por la tormenta tropical Eta y el huracán Iota en 2020.
“Es una parte de San Pedro que hay mucha delincuencia, muchas Maras, pandillas, todo eso es lo que hace que uno salga de su país, por amenazas, de que le quitan sus casas a uno, matan familiares y todo, porque mi casa me la quitaron ellos mismos”.
José Hugo, quien lleva casado con Xiomara ya una década, apoyó a su esposa en la decisión de abandonar Honduras, pues afirma no hay confianza en las autoridades, por ello las familias prefieren huir de la violencia a denunciar las amenazas que reciben por las pandillas.
Para Hugo esta no es su primera estancia en México, ha intentado en cuatro ocasiones llegar a los Estados Unidos; sin embargo, lo más cerca que llegó fue en Reynosa, Tamaulipas, donde fue interceptado por agentes de Migración.
Huyeron con sus nietos y pandillas asesinaron a su hijo
La familia abandonó su casa durante la madrugada para que no se dieran cuenta que se llevaba a sus nietos. Una de sus hermanas que se quedó en San Pedro Sula le ha informado que vio a gente merodear la vivienda y luego privaron de la libertad a su hijo para matarlo.
“Como yo me traje a mis nietos, ellos los buscaron y entonces me secuestraron a mi hijo de 26 años de donde trabajaba, el 27 de junio se lo llevan y el 29 me lo hayan muerto y me dejaron esa nota, que como yo me había traído los niños iban a acabar con mis hijos”, comenta entre lágrimas al recordar que el Día de la Madre, ella ya había partido de Honduras y él le envió un video con un poema para las mamás, el cual repite de memoria su hijo menor Jaime, quien la acompaña en esta travesía.
Para emprender su viaje vendieron las pocas pertenencias que tenían, como refrigerador, estufa, entre otros objetos; afirman que no pagaron a polleros, decidieron hacer la travesía por su cuenta.
El dinero que traían solo les alcanzó hasta Arriaga, un municipio ubicado en Chiapas, estado del sureste que tiene frontera con Guatemala.
Pasaron seis días viviendo en la calle, con algunos trabajos como chapeo y donaciones es como han obtenido alimento y reunieron para seguir su travesía a Veracruz. Llevan tres meses en territorio mexicano.
Su viaje lo han realizado caminando y cuando los niños se cansan, se detienen y juntan para viajar en autobús.
Fue en un autobús que los detectaron en Acayucan, al ser trasladados a la estación migratoria el matrimonio fue separado, él se quedó en la estación de Acayucan y ella junto con su hijo y tres nietos llegó a la Casa del Migrante Santa Faustina, en la colonia Dunas, en Coatzacoalcos.
Al explicar y mostrar documentos como el acta de defunción de su hija y fotos (pues lleva consigo todas las pruebas para comprobar a autoridades su versión) el personal del Instituto Nacional de Migración la dejó ir de la estación migratoria.
José Hugo también logró salir de la estación migratoria y se reencontró con su esposa, su hijo y nietos.
En busca de agilizar el trámite de Visa Humanitaria que les fue entregada a los seis integrantes de esta familia, la pareja llegó al puerto de Veracruz, donde llevan ya aproximadamente tres semanas varados.
Sin embargo, afirman que ha valido la pena, debido a que el documento que les otorgaron es emitido por la Secretaría de Gobernación a los migrantes que ingresan sin papeles para que transiten por el territorio mexicano sin ser detenidos por las autoridades del Instituto Nacional de Migración durante un año.
El problema es que al no tener dinero ni familia que les pueda mandar para seguir su travesía, llevan tres semanas varados durmiendo en parques, albergues y en la calle de la zona conurbada Veracruz y Boca del Río.
Su más reciente estancia es la cabecera municipal de Boca del Río. Llevan alrededor de seis días durmiendo afuera de Casa Santa Ana, donde llegaron gracias a que una persona les informó que en este lugar hay un comedor gratuito.
Xiomara está cansada de dormir en la calle; está cansada de que su hijo y sus nietos estén en estas condiciones, por lo que ha pedido ayuda en iglesias para que le apoyen con los boletos de autobús para ir a Monterrey, Nuevo León, donde trabajan sus sobrinas.
Familia de desplazados no puede regresar a Honduras
Regresar a Honduras no es opción para Xiomara y José Hugo, ya no tienen casa propia, de la cual fue despojada por pandilleros; además, existe el temor por la seguridad de sus nietos.
Por ello ha pensado en quedarse en México, específicamente en Monterrey, donde una sobrina le ha pedido que vayan con ella. Lo que quiere es poder trabajar para empezar un nuevo hogar, ahora con sus tres nietos.
De los tres hermanos, solo Andrea (de seis años) ha preguntado y sabe que sus papás fueron asesinados.
“La niña si me pregunta y me dice ‘abuela verdad que esos hombres malos mataron a mi papá y a mi mamá’. Ella me pregunta, ya el niño y el otro como están pequeños ellos no preguntan, pero si pasan unas cosas duras”.
Aunque Xiomara ha pedido ayuda no ha recibido respuesta favorable, considera no la ayudan por ser migrante y sienten temor de incurrir en alguna situación ilegal.
Aseguran a 1,129 migrantes en Veracruz durante julio
En el último mes, autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) han realizado el aseguramiento de mil 129 migrantes, principalmente en la zona sur y centro del estado de Veracruz.
El más reciente se registró el pasado domingo 23 de julio, en la autopista 145 D Veracruz - Córdoba, cerca de la caseta de cobro de Paso del Toro, donde autoridades ubicaron un tráiler abandonado con 137 migrantes, 116 de nacionalidad guatemalteca y 21 hondureños. Se encontraban deshidratados por lo que recibieron asistencia por parte de paramédicos, señaló el INM.
En Río Blanco, municipio de la zona central montañosa, autoridades detectaron a 68 migrantes en las vías del tren a la altura de la colonia Modelo.
Al sur del estado, en el municipio de Jesús Carranza, tras la revisión de un autobús, se detectó a 51 personas extranjeras que no pudieron acreditar su estancia regular en el país.
El pasado 22 de julio el INM informó de la ayuda a 172 migrantes abandonados el viernes 21 de julio, en la caja de un tractocamión en la carretera Jáltipan - Cosoleacaque, al sur del estado.
Migración informó el pasado 21 de julio, el rescate de 148 migrantes que viajaban hacinados en la caja de un tráiler y fueron abandonados a un costado de la carretera Minatitlán - Córdoba, en el tramo La Tinaja - Córdoba.
La noche del sábado 15 de julio, 206 migrantes fueron rescatados por el INM de cajas herméticas de un tráiler abandonado cerca de Cardel, municipio de La Antigua, se encontraban hacinados, deshidratados y medicados para inhibir sus necesidades básicas, informó el instituto.
El pasado 16 de julio, el INM informó del rescate de 303 migrantes en dos eventos simultáneos. En la carretera 150 de la carretera Orizaba – Puebla, al marcar el alto a un camión tortón se localizó a 107 extranjeros. En el segundo evento se localizó un tractocamión mal estacionado en un camino cercano a Fortín, tras la inspección se encontró al interior a 196 personas.
Con apoyo de la Guardia Nacional se identificó en la caja refrigerada de un tractocamión a 44 personas, informó el Instituto Nacional de Migración el pasado 11 de julio.
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