Exalcaldes de Veracruz recordaron a su homólogo Adalberto Tejeda Patraca, quien fue presidente municipal de esta ciudad en el periodo 1982-1985, y lo homenajearon en sesión de cabildo en el Palacio Municipal de Veracruz, a unos días de su deceso, registrado el 3 de febrero.
Desde antes del mediodía fueron llegando al que por un tiempo fue el centro laboral de cada uno de ellos, exalcaldes como Víctor Gardoqui Zurita, Efrén López Meza, Roberto Bueno Campos y Francisco Ávila Camberos, caminando por el Zócalo de Veracruz, como en el pasado.
En la Sala de Cabildo se reunieron ciudadanos, políticos y exservidores públicos, en la ceremonia y homenaje a quien les antecedió en el viaje sin retorno, con 80 años cumplidos.
El alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, encabezó la ceremonia y destacó que Tejeda Patraca dejó un legado de trabajo y de entrega a la ciudad que lo vio nacer.
“La gran lección que nos deja es que más allá de partidos, fobias y filias, lo que nos une es el amor por Veracruz, lo que no cambia son los sentimientos por hacer bien las cosas, son los ideales, la honestidad y el esfuerzo conjunto”.
En el acto tomó la palabra Adalberto Tejeda Castillo, hijo del exalcalde Adalberto Tejeda Patraca, quien destacó el inmenso amor de su progenitor por la ciudad de Veracruz y su entrega al cargo que tuvo el honor de desempeñar como presidente municipal.
Lo más importante, subrayó, fue su apertura a los ciudadanos, a los gobernados, con quienes trató de igual a igual, porque “fue un demócrata convencido” y así lo demostró en su ejercicio como abogado y como servidor público.
En la ceremonia se rindió un minuto de aplausos en memoria de Tejeda Patraca.
Al acto acudieron otras personas, como el presidente del PRI Estatal, Marlon Ramírez Marín; la diputada federal Anilú Ingram Vallines; José Guadalupe Andrade Méndez, José Gabriel Pérez Gutiérrez, entre otros.
A Adalberto Tejeda le tocó ser alcalde de Veracruz en el periodo 1982-1985, durante el gobierno de Agustín Acosta Lagunes. Su antecesor inmediato fue Virgilio Cruz Parra y su sucesor fue Gerardo Poo Ulibarri.
En la medida de sus posibilidades introdujo algunos servicios públicos a colonias de la periferia. A falta de pavimentación hizo empedrar muchas calles con las piedras semirredondas conocidas como “chinos”, para hacerlas transitables.
Al paso de los años, colonias como la 21 de Abril, que recibieron esos apoyos, quedaron adentro de la mancha urbana y dejaron de ser periferia.
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