Ahora que ya inició la temporada del chile en nogada, que se rige por la presencia de los ingredientes como frutas que lleva el relleno, que se dan en esta época del año, los expertos aseguran que el histórico platillo se debe de servir solo, sin guarnición de ningún tipo, pero se puede acompañar con una “torta de agua”, como conocen en Puebla a este pan y con un postre denominado mollete poblano.
De acuerdo a Juan Ramón Álvarez Cuspinera, Director General de Promoción Turística del Estado de Puebla, el chile en nogada debe acompañarse con una torta de agua, conocida en Veracruz como micha.
“La torta de agua es ideal para acompañar al chile en nogada, que debe de servirse solo, pues luego hay quienes lo acompañan con espagueti o arroz, eso no”, recomendó.
Explicó que la torta de agua es el pan ideal para degustar el chile en nogada, ya que por la consistencia del pan se puede consumir toda la nogada del platillo, sin desperdiciar nada.
Además, recomendó, como postre perfecto para después de un buen chile en nogada, un mollete poblano.
“El mollete poblano es un pan esponjoso, del tamaño de una concha, que va relleno con crema pastelera envinada y coco rallado, además se cubre con una capa gruesa de jamoncillo de pepita, como el dulce típico de puebla. Es un postre barroco, que se tardan varios días en terminarlo y que tiene un origen católico”, explicó.
Al igual que el chile en nogada, el mollete es un postre conventual.
“La receta original es de las monjas franciscanas de Santa Clara de Asís, quienes crearon este postre para honrar a la santa el 11 de agosto, a finales del siglo XIX y va muy bien con el chile en nogada”, indicó.
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