Cuando se registra un frente frío con vientos de 90 kilómetros por hora, las autoridades suelen advertir sobre los siguientes accidentes más comunes:
Los fuertes vientos pueden derribar árboles y ramas, causando accidentes en carreteras, daños a vehículos o personas que circulen cerca.
También pueden afectar líneas eléctricas, lo que genera apagones.
Vehículos ligeros, como motocicletas, o camiones grandes, especialmente si están vacíos o con carga desbalanceada, son más susceptibles a volcarse debido a ráfagas de viento.
Oleajes elevados y marejadas pueden poner en peligro embarcaciones pequeñas, actividades pesqueras o de recreo.
Las condiciones adversas dificultan la navegación y aumentan el riesgo de naufragios.
Caída de anuncios espectaculares, techos y estructuras ligeras: Los vientos pueden desprender estructuras mal aseguradas, causando lesiones o daños materiales.
Desplome de objetos sueltos: Como láminas, macetas o antenas.
Si el frente frío viene acompañado de lluvias, es común que haya pavimento resbaladizo, aumentando el riesgo de choques.
En zonas frías, el uso de calentadores de gas o carbón puede derivar en intoxicaciones por monóxido de carbono.
El uso indebido de fogatas o calentadores eléctricos puede causar incendios.
Evitar transitar cerca de estructuras frágiles o árboles grandes.
Asegurar objetos en techos y patios.
Evitar actividades marítimas o recreativas al aire libre.
Manejar con precaución, reduciendo la velocidad, especialmente en autopistas.
Revisar instalaciones de gas y evitar el uso de braseros en lugares cerrados.
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