La Iglesia católica en Boca del Río ve de manera positiva la instalación de altares de Día de Muertos en los hogares, siempre que se enfoquen en recordar y honrar a los seres queridos, sin incluir elementos de brujería o hechicería.
El padre Guillermo Arturo Ramírez Martínez, de la Iglesia Nuestra Señora de Santa Ana, destacó que la combinación de estos elementos no es bien vista por el catolicismo.
"No es algo malo es solo recordar a un ser querido, aquí el problema sería cuando ya entra lo demoniaco o la brujería, eso ya no, ahí sí ya no porque no somos de esa cultura nosotros".
Para la Iglesia católica, los altares pueden contener objetos o detalles que recuerden al difunto, tal como las imágenes de santos suelen ir acompañadas de objetos que representan sus acciones o virtudes.
El padre Ramírez Martínez destacó también el significado cultural y espiritual de los altares, en los cuales se incluyen alimentos, velas y otros elementos típicos como el cempasúchil.
"Recordamos sus obras buenas y bueno esta parte de la comida creo que es esencial, porque se piensa en la cultura nuestra Tolteca, Olmeca, Mixteca, que el muerto necesita vitamina, necesita alimento para seguir su camino, por eso es bueno".
De acuerdo con la tradición, el 1 de noviembre se dedica a los "muertos chiquitos" o niños, mientras que el 2 de noviembre corresponde a los Fieles Difuntos, día en que se recuerda a los adultos.
En estas fechas, las familias mexicanas preparan altares decorados con papel picado, calaveritas de azúcar, pan de muerto y platillos que eran del agrado de sus familiares fallecidos, manteniendo una tradición que ha perdurado desde tiempos prehispánicos.
Aunado a esto, muchas familias adornan las tumbas con flores y colocan altares sobre las lápidas. Este acto, en la época indígena, tenía un simbolismo profundo, pues se pensaba que ayudaba a las almas a transitar por el buen camino tras la muerte. También es costumbre esparcir pétalos de cempasúchil y encender velas para guiar a las almas en su regreso a la tierra, una tradición que, en algunos lugares, se extiende desde la casa familiar hasta el panteón.
El Día de Muertos es una celebración profundamente arraigada en México, que varía en sus detalles según la región, pero mantiene el mismo espíritu de recordar y honrar a quienes ya no están.
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto | Aviso de Privacidad
Reservados todos los derechos 2024 |