Según los pronósticos meteorológicos, se anticipa la llegada de un nuevo frente frío al estado de Veracruz hacia el final de enero de 2025, tendría condiciones que la población debería vigilar.
Este sistema frontal podría ingresar el viernes 30 de enero y extender sus efectos durante el sábado 31.
Aunque la masa de aire frío asociada no sería significativa, se espera un incremento en la velocidad del viento hacia el final del jueves 30 y durante el viernes 31, con rachas que podrían alcanzar entre 50 y 60 kilómetros por hora.
Es importante mencionar que, entre el sábado 25 y el jueves 30 de enero, los vientos se mantendrían por debajo de los 30 km/h, sin registrar rachas significativas. Sin embargo, hacia el final del jueves 30 y durante el viernes 31, la velocidad del viento comenzaría a incrementarse.
Se recomienda a la población mantenerse informada a través de fuentes oficiales y tomar las precauciones necesarias ante posibles cambios en las condiciones climáticas.
Las rachas de viento de 60 km/h pueden ser consideradas moderadamente peligrosas, dependiendo de las circunstancias y la ubicación. Aquí te detallo algunos efectos y riesgos asociados con estas velocidades de viento:
A esta velocidad, los objetos livianos como ramas, basura, paneles y señales pueden ser desplazados o dañados, lo que aumenta el riesgo de lesiones para las personas que no tomen precauciones.
Aunque no son vientos extremadamente fuertes, rachas de 60 km/h pueden causar caídas de ramas o daños a estructuras débiles, como techos de materiales ligeros o carpas.
En vehículos, especialmente en aquellos de gran altura o en condiciones de mal tiempo, estas rachas de viento pueden afectar la estabilidad y el control, aumentando el riesgo de accidentes, especialmente en puentes o áreas expuestas.
En el mar, estas rachas pueden ser peligrosas para embarcaciones pequeñas, así como para actividades como el surf o el kitesurf.
Aquellos que estén al aire libre, en especial en zonas rurales o en lugares elevados, pueden enfrentar dificultades para mantenerse en pie o resguardarse debido al viento.
Aunque las rachas de 60 kilómetros por hora no son tan extremas como las de un huracán o tormenta severa, todavía pueden causar daños significativos si no se toman precauciones.
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