El respeto y el enfrentar los hechos con responsabilidad son fundamentales en toda acción humana, en vez de evadirlos, aseveró la maestra Nohemí Palomino Galván, habitante del barrio de La Huaca, después del suceso de tránsito en que participó el viernes 3 de marzo con una familia extranjera.
El viernes cuando ella conducía su automóvil en la calle Ignacio López Rayón para cruzar la avenida Zaragoza, casi frente a la Estación de Bomberos y a una cuadra del Parque Zamora, se registró un incidente con un automóvil en el que viajaba una familia de Estados Unidos.
La activista de La Huaca admitió que se asustó ante la posibilidad de haber lastimado al conductor o a una niña, pero en ningún momento intentó darse a la fuga y recalcó que entró en crisis y la propia esposa del extranjero la tranquilizó.
"El extranjero en todo momento dijo que fue una imprudencia de su parte; realmente hubo algo así como que su niña se atravesó y él, tratando de cuidar a su niña, él corrió sin medir el peligro, y la niña tampoco: era una niña menor, 9 ó 10 años.
Yo iba saliendo con el 'siga' de la calle Rayón atravesando la calle Zaragoza.
"Yo iba en el primer impulso del carro, se puede decir que en primera, iba a meter la segunda para impulsar, cuando de momento lo vi enfrente; frené, pero le logré alcanzar su rodilla, que ya él la traía lesionada, con una rodillera, que fue lo que lo desplomó", explicó Palomino Galván.
Destacó la "gran cultura" que tuvo siempre el hombre, quien en vez de recriminarla admitió que el error fue de él.
"La cultura que tienen ellos es de reconocer. En el momento en que él cae yo pensé lo peor, pensé que lo había lastimado mucho, dije 'no puede ser, por qué se atravesó', pero ya viendo el panorama de la niña, en este caso yo sentí que la falta era mía", subrayó la activista de La Huaca.
En cambio, él les dijo fue una imprudencia de su parte.
"La señora me abrazó, 'no te preocupes, sin preocupación, no pasó nada, estamos agradecidos, no pasa nada'; la señora me abrazaba. Él mismo también; o sea, otra cultura, definitivamente.
"Y yo le pedía mucho a Dios que no le pasara nada a él principalmente, es un hombre como de 42 años, empezando a vivir, y aunque sea de otro país es un humano y le duele a uno", abundó Nohemí Palomino.
La activista de La Huaca ha permanecido el fin de semana con su hija, y ya recibió atención médica.
"Se me subió la presión; me dice el doctor que es normal porque un susto. De un lado estoy como adolorida del cuello, pero grave no, sino de la fuerza que hice porque al enfrenar amarré el volante. La verdad, yo le doy gracias a Dios porque tengo buenos reflejos, quiero que se entienda que debemos tener una cultura de respeto, cruzar en las esquinas, esperar a que el semáforo cambie, porque si no, lamentablemente luego pasan estas cosas y el conductor tiene la culpa, pero sale peor quien sale lastimado", recalcó Palomino Galván.
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