Con tan solo 9 años, Nicolasa Ruiz Saavedra recordó que inició a refugiar a personas mayores en condición de calle, actualmente después de 40 años, sigue con dicha labor en la “Casa Asistencial Doña Nico”.
“Mi familia era muy humilde también, pero yo veía cómo le hacía para darles de comer. Me provocaba mucho amor, el adulto mayor siempre es abandonado por sus familiares y eso me daba mucha tristeza, y más ver a los niños con capacidades diferentes en la calle”, expresó.
La casa que principalmente era para personas mayores en condición de calle comenzó a recibir a niños luego de que se percataron del gran número de abandono en esta población.
De las 98 personas que viven en la casa asistencial, aproximadamente 25 son niños y adolescentes, de ellos el 90% tiene una discapacidad y llegaron desde muy pequeños.
“No todos los niños que recibo tienen capacidades diferentes, pero sí una gran mayoría. Son niños que quedan sin la protección de sus familias ¡y lo que es el destino!, me llegan caminando solitos de hasta de 4, 5 y 6 años diciendo que no tienen familia”, comentó “Doña Nico”.
Pequeños que no hablan, que padecen el Síndrome Williams e incluso muchos más que ahora ya se convirtieron en adultos y formaron una familia, fueron criados en la amorosa casa pintada con alegres tonos y adornada con decenas de plantas.
“Suavecito” es el apodo de un adolescente de 15 años que llegó siendo un niño y que padeciendo el Síndrome de Williams, narra cómo fue rechazado por sus padres, desde muy temprana edad.
“Lo que pasa es que mi mamá me pegó y luego me llevó a Maltrata y mi papá dijo ¡No lo quiero aquí, llévalo al DIF! No me quedé con mi mamá porque me pegó no sé por qué, yo estaba comiendo y me llevó castigado a Maltrata. Luego el DIF me recogió, pero ya después me mandaron a casa de Doña Nico”, narró ‘’Suavecito”.
“A él no lo quiso nadie, pero yo sí y ahora está conmigo”, expresó Doña Nico mientras “Suavecito” contaba su trágica historia.
Aunque son pocas las palabras que pueden expresar, dos niños más no perdieron la oportunidad de hacerle saber a sus padres que los siguen esperando.
- “¿A quién esperas?”, dijo Doña Nico.
- “A mamá y papá”, respondieron Toñito y Tomás.
- “Yo no tengo mamá, ni papá”, también contó Luisito.
Doña Nico asegura que son cientos de historias desgarradoras que niños que han llegado hasta ella le han contado.
“¿Qué puedo hacer yo cuando veo a una criatura así abandonada? Nada más que quererlos y cuidarlos. Ellos aquí tienen desayuno, comida, cena, se visten, calzan y todos consumen medicamento de control”.
La pandemia, afirmó, fue una etapa muy difícil debido a que se detuvieron los apoyos y llegaron muchos niños, sin embargo, los que son bebés, casi recién nacidos, son entregados al DIF de Boca del Río.
Detalló que apenas empieza nuevamente la reactivación de los donativos, por lo que dijo que para quien se quiera y pueda sumar, aceptan apoyos en efectivo, especie, medicamentos y voluntarios.
Además, compartió que se pueden comunicar al 2299213989, en la página de Facebook “Casa Asistencial Doña Nico” e incluso visitarlos en Calle José Hernández Sierra Lote 19 entre calle 7 y 8 de la colonia Villa Rica, Boca del Río.
/pn
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