La banda conformada por niños y adolescentes denominada “Los Durazo” ha vuelto a las andadas luego de tres o cuatro meses de ausencia en los fraccionamientos Laguna Real y Geo Villas del Puerto.
Desde que la banda apareció el año pasado, Laguna Real ha tenido que reforzar su vigilancia y ha modificado su relación con el asentamiento irregular Rosa Borunda.
La banda por cerca de 15 niños de entre 9 y 17 años, incluyendo dos niñas, que se dedican a robar y asolar tres fraccionamientos volvieron a ser vistos en Lagunar Real.
“Entraron por las vías, se fueron por todo el área de la calle Cascadas y se metieron entre calles y ahí robaron unos tenis, un pantalón e hicieron destrozos a su paso, rayaron casas, rompieron cristales, estaban gritando”, dio a conocer Aracely Pérez Zambrano, integrante del Patronato del Comité de Vecinos de Laguna Real.
Se cree que la pandilla es de la colonia Rosa Borunda, hoy conocida como Los Reyes, su modus operandi es tocar los timbres de las casas para saber si hay alguien, y entonces viene el siguiente paso, allanar la morada para ver qué sustraen de ahí.
“Hace 15 días hubo reportes de que por la calle del Águila se han querido meter a las casas, hubo una denuncia de un vecino de que su hija estaba en su casa sola estudiando en la tarde y tocaron el timbre, pero ella no salió, minutos después ve a unos de los chamacos queriendo ingresar”, platica Pérez Zambrano.
Son de cuidado
“Los Durazo” no tienen hora de operación, puede ser por la mañana, tarde o noche, igual se les ve caminar en la orilla de la laguna haciendo plática a quienes sacan perros a pasear y preguntando qué razas son, como también entran al fraccionamiento por el lado de las vías”.
“A mí me robaron bicicletas, una escalera y herramienta, a un vecino allá adelante le vaciaron su casa, pedían comida y se les apoyaba pero tuve que dejarles claro que no se pasen, porque son muy groseros”, dice un vecino quien vive cerca de un humedal.
Hoy en día Laguna Real tienes dos plumas, una por la entrada principal y otra por la entrada trasera que comunica a la Rosa Borunda, predio obsequiado por Fidel Herrera Beltrán a “paracaidistas”.
Tienen pluma eléctrica y manual con vigilancia las 24 horas, patrullaje constante por el fraccionamiento, con hasta cinco unidades de la Marina y Policía Estatal a lo largo del día.
En las calles hay nueve elementos de Seguridad Pública del Estado que vigilan a pie por las noches, además de cámaras de vigilancia en las dos entradas.
A pesar de todo esto, no faltan personajes como un tal “Covarrubias” que en estado etílico causa problemas y se va, proveniente de la colonia adjunta.
“Tenemos que aguantar que entren con machetes, borrachos, te rayen el carro, que le falten el respeto a las vecinas de aquí, eso fue hace una semana, al tal Covarrubias nunca se lo llevan porque es de la tercera edad y con ‘Los Durazo’ sucede lo mismo, que porque son menores de edad”.
Miedo por amenazas
Aracely Pérez, quien ya lleva cuatro años como titular del patronato dijo que el hecho de denunciar y solicitar a las autoridades que pongan orden, les ha traído amenazas a ella y otros vecinos.
“A mí me han amenazado que me van a levantar, que ya saben la ubicación de mis familiares, dónde estudian, dónde salen, y también me han envenenado a mis perros”, señaló.
“Los Durazo” portan navajas, machetes, palas y arrebataban Ipads, celulares y demás pertenencias para condicionar a los dueños con regresárselos a cambio de dinero.
En Geo Villas del Puerto la gente le piensa mucho para denunciar a los chamacos por miedo a represarías, pero la policía ya está notificada aunque hasta ahora no ven que se haga nada.
“A una vecina hace como dos semanas y media le quitaron su celular en la glorieta, dos niños cuando regresaba de su trabajo, también he sabido que se han metido a casas”, cuenta la señora Irene, residente del lugar.
Se estima, contando el fraccionamiento Lomas del Coyol, que son más de cinco mil familias las atemorizadas en su momento por estos chicos.
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