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Educación y compromiso: La inversión de Constellation Brands que empodera a los jóvenes de la zona rural en Veracruz
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En la localidad de Santa Fe, Veracruz, el Telebachillerato "Delfino Victoria" ha experimentado una renovación sin precedentes gracias a una inversión significativa de Constellation Brands.
Esta intervención, que incluyó la dotación de un centro de cómputo, impermeabilización, pintura, luminarias y climatización, ha transformado las condiciones educativas de 80 alumnos provenientes de comunidades como San Julián, Amapolas, Villarín, Vargas y Santa Fe.
Fernando Guzmán, director del plantel, y Mateo García, padre de familia y miembro del comité de gobernanza, compartieron en entrevistas cómo este apoyo, inalcanzable para los padres, ha revitalizado la escuela y fortalecido su rol como pilar educativo en una zona rural.
El Telebachillerato "Delfino Victoria", fundado en 2007, forma parte de un subsistema que lleva educación media superior a más de 1,100 comunidades rurales, semiurbanas y urbanas de Veracruz.
"Cumplimos la misión de llevar la educación a cualquier parte del territorio veracruzano", afirmó Fernando Guzmán.
Con una matrícula de aproximadamente 80 alumnos y una plantilla de cuatro maestros y un administrativo, la escuela atiende a estudiantes de localidades cercanas, adaptándose a las necesidades de una población que enfrenta deserción escolar y limitaciones económicas.
"Vienen de diferentes comunidades... San Julián, Amapolas, Pando, Villarín, Vargas", detalló el director del plantel, destacando la importancia de ofrecer educación accesible sin que los alumnos deban trasladarse lejos, lo que implica gastos de transporte y alimentación.
Carencias históricas y esfuerzos limitados
Antes de la intervención de Constellation Brands, el telebachillerato enfrentaba carencias severas, especialmente en recursos tecnológicos. El profesor Fernando Guzmán explicó que las computadoras eran una prioridad, pero las cuotas de los padres y las rifas del patronato escolar solo permitían adquirir equipos ensamblados que, con el tiempo, se deterioraron.
"Llegamos a un punto en que se cerró la capacitación para el trabajo de informática porque ya no había computadoras", lamentó.
Las cuotas apenas alcanzaban para mantenimientos básicos, como reparar rejas o pintar salones. Mateo García, padre de dos alumnos, coincidió: "Lo que alcanzábamos a juntar era muy poco... Teníamos que comprar 80 sillas y no nos alcanzó más que para 25".
Incluso una inversión previa en un transformador eléctrico, financiada por los padres, fue un esfuerzo monumental que no resolvió todas las necesidades. Para el director de la escuela, esta inversión fortalece la formación de los alumnos, quienes egresan listos para el mercado laboral o estudios universitarios.
"Nuestra meta es ofrecer alumnos capaces de insertarse en el ambiente laboral, de seguir sus estudios universitarios, de contribuir al crecimiento de una empresa", dijo.
La capacitación en informática, ahora posible gracias al centro de cómputo, dota a los estudiantes de habilidades demandadas por empresas, un beneficio mutuo. "Apostarle a la educación es lo mejor que pueden hacer las empresas, porque es un recurso humano que en algún momento va a llegar", agregó.
Una inversión transformadora La llegada de Constellation Brands marcó un punto de inflexión. Tras gestiones lideradas por Fernando Guzmán, quien contactó a la empresa en un evento local, la compañía evaluó las necesidades del plantel.
"Lo saludé y le dije, ´Oiga, aquí estamos, nosotros pertenecemos al Telebachillerato Delfino Victoria, ojalá como empresas se puedan acercar´", relató el director.
El resultado fue una inversión integral que incluyó 30 computadoras con software actualizado, mesas, sillas, reguladores y una plataforma para el centro de cómputo.
Además, se impermeabilizaron los techos, se pintaron los salones por dentro y por fuera, se instalaron luminarias LED –"haga de cuenta que los chamacos están de día en el salón", dijo Mateo García– y se mejoró la climatización con aires acondicionados adecuados, incluyendo uno más potente para el aula de cómputo.
Por su parte, el director Fernando Guzmán destacó: "Nos apoyó con la impermeabilización... pintura, luminarias, en fin, trató de invertir lo más que se pudo".
Antes, los padres recurrían a faenas y cooperaciones para tareas menores, como reparar sillas o pintar con recursos limitados. "A lo mucho una, dos [computadoras]. Nunca llegamos a una meta de tener 30 equipos", explicó Guzmán.
La inversión de Constellation Brands permitió reabrir la capacitación en informática, aprovechando acuerdos con Microsoft para proporcionar cuentas a los alumnos, facilitando el uso de herramientas como Word, Excel y PowerPoint.
Impacto en alumnos y comunidad
La renovación ha transformado la experiencia educativa. "Los alumnos están motivados, están contentos porque dice, ´Ahora sí tenemos equipos de cómputo, ahora sí podemos trabajar en proyectos que implique el uso de la tecnología´", señaló el profesor.
Los padres también valoran el cambio. Mateo García expresó: "Me siento muy complacido y agradecido... mis hijos cuentan con un centro de cómputo donde ya pueden trabajar y aulas climatizadas".
Las luminarias LED y los aires acondicionados han creado un ambiente cómodo, esencial en una región donde el calor dificultaba las clases.
"Con el clima que tenía anteriormente, yo creo que estaría mejor afuera que adentro", comentó Mateo.
Ahora, los salones ofrecen condiciones óptimas, y el centro de cómputo no solo sirve para la capacitación en informática, sino que todos los profesores lo utilizan para diversas materias, enriqueciendo el aprendizaje.
La inversión también ha fortalecido la confianza de la comunidad. "Los padres están contentos porque no solamente se ve teoría, se ve práctica", afirmó Guzmán. García, como miembro del comité de gobernanza formado por Constellation Brands, destacó la importancia de mantener las mejoras.
"Se formó ese grupo precisamente para darle continuidad a lo que ya está hecho", explicó, mencionando tareas como el mantenimiento de climas cada cuatro meses y de luminarias cada seis meses.
Este comité, que incluye a representantes de otras iniciativas de la empresa en la región, como un pozo de agua, asegura que las instalaciones se conserven.
"La mecánica es sencilla, que se siga gestionando para conservar lo que fue ese apoyo y no volver a invertir", dijo Guzmán.
Un modelo de responsabilidad social Ambos entrevistados resaltaron el compromiso de Constellation Brands con la comunidad, un ejemplo poco común.
"Créame que siempre buscamos apoyos en otras empresas... pocas se enfocaron en nosotros", señaló el director de la escuela.
Por su parte, Mateo García fue más contundente: "Políticamente, ningún gobierno ni estatal, ni federal, ni municipal se habían acercado... vienen en campañas, te ofrecen pinturita, pero estas escuelas requieren algo más".
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