Muchos años han pasado desde que Alfred Morse creó su famoso sistema de comunicación telegráfica y un lenguaje en clave para su uso: la Clave Morse.
En Estados Unidos el telégrafo se usó por primera vez el 24 de mayo de 1844.
El telégrafo llegó a México en 1850, hace 173 años, y el gestor de esa introducción fue Juan de la Granja, quien fue cónsul de México en Nueva York de 1842 a 1844.
En 1850 se hizo la primera demostración pública del telégrafo.
En 1851 lo inauguró oficialmente el presidente Mariano Arista.
La idea era conectar a la Ciudad de México con Veracruz.
En la segunda mitad del siglo 19, en 1867 el telégrafo ya era bastante conocido y estaba en manos del gobierno liberal porque el presidente Benito Juárez decretó su federalización y creó la Depresión de las Líneas Telegráficas del Supremo Gobierno.
En 1872 se creó la Dirección General de Telégrafos Nacionales.
En 1891 el gobierno liberal se hizo del control de esa tecnología, pero no era de uso común y se creó la Dirección General de Telégrafos y la Escuela de Telegrafía.
El primero y principal uso que tuvo el telégrafo fue comunicar a la Ciudad de México y el puerto de Veracruz.
Además de la parte tecnológica, el telégrafo dio cuenta de hechos tan lejanos como el imperio de Maximiliano de Habsburgo, la llegada de Porfirio Díaz al poder; el gobierno liberal de Benito Juárez, el imperio de Maximiliano de Habsburgo, la Revolución Mexicana, la expropiación de la industria petrolera y lo que siguió.
De 1964 en adelante la tecnología fue dejando atrás a la telegrafía, primero por las microondas y después por la tecnología satelital.
En 1902 el entonces presidente Porfirio Díaz inauguró los Edificios de Correos y de Telégrafos en la ciudad de Veracruz.
Son construcciones gemelas que construyó el ingeniero militar Salvador Echegaray.
Sus fachadas de estilo neoclásico y afrancesado destacaban y más al paso del tiempo, con la colocación de leones en sus accesos.
De hecho, la población identifica a los edificios por los leones que tienen en sus escaleras.
Hoy en día se ve poco movimiento en esos edificios que recuerdan al México del Porfiriato, porque la tecnología del internet dejó atrás a la telegrafía y al correo tradicional de cartas, aunque no han desaparecido del todo.
El presidente de la Fundación de la Crónica de Veracruz (Fundacrover), Miguel Salvador Rodríguez Azueta, destacó la importancia de esa zona en la ciudad de Veracruz, de la que también forma parte la antigua Estación del Ferrocarril de Veracruz.
Resaltó la importancia de esa parte de la historia de Veracruz y de México, que forma parte del patrimonio no sólo local, sino también nacional.
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto | Aviso de Privacidad
Reservados todos los derechos 2024 |