Ante la eventual presencia de menores de edad procedentes de otros estados durante el carnaval, las autoridades locales deberán estar pendientes para detectarlos y procurar su regreso a sus lugares de origen, aseveró Jeremías Zúñiga Mezano, presidente de Comunidades Seguras en el Estado.
Es común que en ese periodo lleguen a Veracruz varios menores, sobre todo de la Ciudad de México y municipios vecinos, y en algunos casos logran detectarlos las autoridades del DIF Municipal o el DIF Estatal.
El problema es que al no estar acompañados por familiares adultos quedan expuestos a los peligros de una temporada en la que abunda el consumo de alcohol y al riesgo de convertirse en víctimas de varios delitos como el secuestro y la trata de personas.
“De entrada, vienen a trabajar y en ese caso deben intervenir las autoridades porque al ser menores de edad requieren autorización de sus padres para trabajar. Si los ven en algún establecimiento sí puede intervenir la autoridad.
“Si vienen a actividades nada más de recreación o diversión, lo primero es tomar medidas para intervenir pues por ley ningún establecimiento puede venderles bebidas alcohólicas ni cigarros. Es una manera de intervenirlos conforme al Bando de Seguridad por el tema de bebidas embriagantes o de ingresar a lugares como los antros”, explicó Zúñiga Mezano.
Son 2 mecanismos procedentes por circunstancias específicas: uno, cuando trabajan; y dos, cuando son temas de recreación o diversión, y lo primero que debe hacer la autoridad es resguardarlos y después, requerir a sus padres para que vengan por ellos.
Sus familiares están obligados a viajar para llevárselos, pues no se les puede permitir que vuelvan solos, ya que no se busca sancionar a los menores sino garantizar su regreso en condiciones de seguridad, puntualizó.
“No podrían ponerlos en libertad, bajo el esquema de que alguien tiene que hacerse responsables de ellos. Por eso tendrán que venir sus padres aunque sean de escasos recursos, pues por ser menores de edad no se les puede aplicar una sanción.
“Lo que sí se puede es requerir a los padres para que asuman la responsabilidad de sus hijos, y para eso el DIF tiene albergues para menores de edad”, recalcó el presidente de Comunidades Seguras en el estado de Veracruz.
A lo largo del bulevar Manuel Ávila Camacho -donde pasan los carros alegóricos y comparsas- y en calles cercanas como Flores Magón y Costa Verde, entre otras, durante las fiestas carnestolendas abundan los puntos de venta de alcohol, tanto temporales como las tiendas de conveniencia.
Ante la multitud ansiosa de comprar es muy difícil evitar que los menores compren alcohol, pues siempre hay un adulto que les haga el “favor” de comprarlo por ellos.
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