Hace poco llegó a vivir a Lomas del Coyol, en una casa ubicada enfrente a la Laguna D, la señora Felicitas Capi Baxin, debido a su actividad, pues vende antojitos por las mañanas, picadas, gorditas y empanadas, acude al mercado casi a diario, momento que aprovecha para comprar tomates y lechugas para alimentar a las iguanas que viven en la zona de la laguna.
Al principio eran pocas las iguanas y garrobos, los que con desconfianza empezaron a comer el alimento proporcionado por la buena mujer, sin embargo, con el paso de los días, los réptiles empezaron a confiar y a llegar más.
"Ahorita se ven pocas, pero son más de 30 las iguanas que vienen a comer, ya hasta saben la hora en que les aviento los tomates, lechuga o tortillas, cuando no tengo otra cosa", dijo.
Ante la presencia de ella, los animales se acercaron sin temor, pero se alejaban al detectar que otras personas estaban por ahí.
"Yo lo único que les pido a todos los vecinos, es que las cuiden, que no las maltraten", dijo, ante la curiosidad de los habitantes de la zona que pasan y la ven darles de comer, pues es inevitable dejar de admirar el singular cuadro.
"Son muchas, de todos tamaños, parece que acaban de nacer algunas porque hay muchas chiquitas", dijo, mientras las iguanas corrían a devorar los tomates lanzados al terreno que bordea la laguna.
El momento quedó grabado en video, pues la señora Felicitas hace un peculiar sonido, para llamarlas a comer, y que parece ser identificado por las iguanas que se acercan con cierta confianza.
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