Don Gato, la tienda de las plumas de Plaza Mocambo, en Boca del Río | VIDEO

Para la familia Lajud Lara, propietaria de la tienda de plumas Don Gato, sus clientes se han convertido en las personas especiales que han escrito la historia del negocio a lo largo de 42 años en el Centro Comercial Plaza Mocambo.

Agradecimiento es la palabra que sale de los labios de Ivonne Lajud Lara, la menor de la dinastía, al referirse a las más de 4 décadas de estar vigentes en el público veracruzano, sobre todo por el recuerdo que tienen de su padre, don Francisco Antonio Lajud García, quien falleció hace tres años.

“Muy agradecidos porque nos da gran satisfacción que mucha gente, muchos jóvenes de menos de 40 años recuerdan a mi papá y a esta tienda como Don Gato, por las chucherías que se vendían, luego pasan a saludar y nos comentan que venían mucho a esta tienda de niños, recuerdan que les compraban los lapicitos, las carpetas, las mochilas”, detalló. 

Tienda de plumas Don Gato, en la plaza Mocambo. | FOTO: WENCESLAO FUENTES

“También vienen adultos que de niños acompañaban a sus papás a comprar sus plumas, y recuerdan a sus padres, y al mío como un señor siempre muy amable, muy atento y lo que más nos reconforta como familia es que guarden ese recuerdo de mi padre”, agregó.

Recordó que mucha gente veía al propietario de Don Gato como a un Santa Claus.

“Cuando lo veían en la calle le gritaban: ¡Adiós Don Gato! Para mi papá siempre fue una gran satisfacción el reconocimiento de la gente y el cariño que le demostraron”, dijo con emoción.

Foto del señor Francisco Antonio Lajud García, el fundador de la tienda. | FOTÓGRAFO: WENCESLAO FUENTES.

La historia de Don Gato

En 1982, don Francisco Antonio Lajud García fundó Don Gato en la naciente Plaza Mocambo, con este curioso nombre, que tiene un singular origen.

“Antes de tener el negocio, mi papá era viajero y usaba el radio de onda corta, tenía que ponerse un sobrenombre para identificarse entre todos los usuarios de la radio en carretera y, en ese tiempo estaba de moda la caricatura Don Gato y de ahí surgió el nombre”, manifestó.

Cuando el señor Lajud llegó a la Plaza, en el 82, ésta ya existía con lo que era la Comercial Mexicana, desde el año de 1980.

“Todo esto estaba en construcción y en agosto, mi papá abrió un kiosco, en donde ahorita está la Lotería Nacional. Esta parta aún no existía, según me cuentan aquí y enfrente eran dos locales muy grandes, que los fueron seccionando y a mi papá le ofrecieron pasarse acá y desde entonces estamos aquí”.

Don Francisco Antonio inició su negocio vendiendo “chucherías”, en ese tiempo estaban de moda los Pitufos, Rosita Fresita, las gomitas rascahuele, los lapicitos, los estuches, las mochilas, las bolsas y todo eso era parte de la mercancía.

La entrevistada añadió que con el paso de los años el negocio fue evolucionando, cambió al giro de bolsas para damas y después empezó con el negocio de las plumas, aunque de pura chiripa.

“A él le regalaron una pluma Montblanc, a mi papá le gustaba vender de todo, así que la colocó en el aparador y a la media hora la vendió. Cuando inició con el negocio, era un área virgen aquí en Veracruz, y entonces se animó a vender plumas, aunque actualmente ya no es lo mismo, con tanta tecnología ya la demanda de las plumas, aunque parezca increíble, no igual a la de antes”, relató.

Reconoció que el stock de la tienda ha bajado en plumas, pero cuentan con todos los repuestos, eso es lo que los distingue en Veracruz.

“Nos mandan mucha clientela de otras tiendas, lo cual agradecemos y hemos ido metiendo más cosas y muchas curiosidades, a mi papá le gustaban mucho lo que son las carteras, cosas raras y útiles y eso es lo que tenemos hoy”, destacó.

Resaltó que la esencia del negocio es su familia, pues iniciaron su papá y su mamá, de ahí siguieron sus hermanas mayores y ahora, ella, la más chica y otra hermana más, lo atienden.

“Hemos ido renovando la imagen a base de mucho trabajo, ha sido difícil, pasamos tiempos duros como todo negocio, pero siempre con el ejemplo de mi papá, si ya no funciona algo, lo cambiamos y hemos actualizándonos, lo que nos ha ayudado a seguir vigentes estos 42 años, que no es fácil”, refirió.

En sus inicios vendían plumas Montblanc, Sheaffer, Parker, Waterman y Lamy que en su momento eran las que lideraban el mercado mundial.

“En Veracruz no había nada de eso, mi papá tuvo que ir varias veces a México y a Estados Unidos a empaparse de esos temas y sobre la marcha fue aprendiendo”, afirmó.

“No es un negocio fácil, porque no solamente es la pluma, sino también son los repuestos y realmente nuestra especialidad son los repuestos, si usted tiene su pluma y no encuentra el repuesto de la marca, nosotros buscamos y le adaptamos uno, realmente nuestro potencial son los repuestos”, añadió.

En Don Gato se encuentran plumas de todas las marcas, sin embargo, algunas que son muy caras solo las manejan por pedido, pero también los clientes pueden encontrar mochilas, bolsas para dama y curiosidades como linternas, brújulas, carteras para dama, tarjeteros, despertadores, y artículos que son difíciles de encontrar, entre otros muchos más.

Además de artículos sorprendentes, el trato amable de la familia Lajud Lara es el que encanta a clientes y amigos de Don Gato, un lugar que refleja el cariño por esta plaza.

“El cariño que nosotros le tenemos a Plaza Mocambo realmente es muy grande, porque nos ha dado todo, muchas gracias a todos”, finalizó Ivonne Lajud Lara.