Mis hermanos veracruzanos!!! Cómo están? Espero que se la pasen de maravilla, ya a unos días de que inicie la primavera.
Fíjense que en mis andanzas, que no vagancia, me encuentro con cada cosa curiosa, como ésta en la calle Mario Molina entre Landero y Cos y Gómez Farías, casi en la esquina con Landero y Cos, para más señas a la altura de una tienda de conveniencia frente al Malecón de Veracruz.
Pues resulta que caminaba yo con mi alma en paz, cuando casi al llegar a Landero y Cos me llamó la atención ver en la banqueta un boquete alargado, junto a la guarnición u orilla.
Y qué creen, mis brothers?
Pues que lo más llamativo no era el pedazo de banqueta con un boquete, sino que a través de esa rotura alargada y paralela a la guarnición se veía basura acumulada: no mucha; lo más sobresaliente era una cajita de chicles y pedacería de cemento de la propia banqueta.
Pero si alguien intenta pisar el tramo de guarnición, es decir la orilla pintada de color amarillo, corre el riesgo de que ésta se parta y sólo queden las varillas verticales que la sostienen.
Como dicen por ahí, con no fijarse no se nota, pero alguien podría resbalar y caer al piso o simplemente trastabillar y llevarse un susto.
Y a pocos metros del Malecón, mis hermanos jarochos...
Pues ahí lo dejamos para que alguien lo corrija y evitar un incidente que no sería grave, pero una zapotazo duele aquí y en China.
Y duelen más las carcajadas burlonas de quienes vean el guamazo del Justi. No hay derecho.
Se despide de ustedes su amigo El Justiciero.
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