Qué ondón mis hermanos, mi sangre! Fíjense que hoy estoy entre decepcionado, triste y preocupado por la dejadez de muchos dueños de inmuebles en el centro histórico de mi amada ciudad de Veracruz.
Les vale gorrión si se desploman; es más, parece que ésa es su intención: que se derrumben, para hacer un edificio nuevo y moderno.
Es un inmueble pequeño, de dos plantas, ubicado en la calle Serdán entre Independencia y 5 de Mayo.
Durante mucho tiempo permaneció cerrado con una vieja cortina metálica que por fin se abrió. Sacaron todo el escombro que había en su interior y quedó despejado, lo que está bien.
Pero como quedó el boquete ya sin cortina metálica, cualquiera se mete y podría esconderse en las noches para acechar y asaltar a los caminantes o peor aún, para agredir a las mujeres que salen de su trabajo.
Se podrá decir que cada quién es libre de hacer lo que le dé la gana con sus bienes raíces, y es verdad.
Pero aquí ya es un tema de seguridad pública y hasta sanitario, porque al parecer los menesterosos usan el inmueble como baño público, a juzgar por los olores fétidos que salen de la construcción de dos plantas y aunque parezca sangronada, hay que taparse la nariz al caminar por esa banqueta.
Y pasar de día.
Imagínense mis brothers, soportar la pestilencia de los desechos intestinales!!! No se vale.
Autoridades, pongan orden!!!
Adiós mis cuates, mis brothers!!!
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