Deforestación en montañas de Veracruz incrementan los casos de deslaves

Con la pérdida de árboles a partir de los 4 mil metros de altura en los cerros y montañas de la región, aumenta el riesgo por deslizamientos de tierra con cada temporada de lluvia, lo que afecta la circulación de las autopistas y pone en riesgo a quienes transitan por las faldas de los cerros.

Recientemente este 25 de octubre, un deslave colosal en la zona llamada El Mirador de la autopista Orizaba-Puebla, ocasionó daños importantes que afectan a quienes transitan por esa zona.

Cabe mencionar que los árboles cumplen una función vital: cada hoja y filamento actúa como un paraguas natural, amortiguando la fuerza de las gotas de lluvia y las raíces de estos, forman una vasta red subterránea, se aferran al suelo y lo mantienen unido evitando que caiga.

El coordinador del programa "Salvemos al Pico de Orizaba", Ricardo Rodríguez Deméneghi, manifestó que para recuperar verdaderamente el equilibrio del parque nacional, se deben sembrar 50 millones de árboles por año, sin embargo no se cumple esta meta, puesto que no existe un real seguimiento de todos aquellos árboles que se plantan.

Sin embargo, problemas como cinco años enfrentando la sequía y el aumento de temperaturas, han generando incendios forestales sin precedentes. El fuego ha devorado hectáreas enteras de bosque, dejando cicatrices de laderas desnudas y suelos desprotegidos.

Sin esos árboles, la tierra carece del escudo que la protegía de las lluvias torrenciales. La falta de raíces que absorban y retengan el agua en el subsuelo ha permitido que esta se acumule en las pendientes, incrementando los niveles de humedad y desatando deslaves de gran magnitud, conocidos como "lahares", estos deslizamientos de tierra se han convertido en una amenaza mortal para las carreteras y, lo que es más preocupante, para las comunidades cercanas.

Rodríguez Deméneghi afirmó que es de suma importancia involucrar a los ambientalistas en Veracruz, con el fin de que pueda lograrse la reforestación del 14 por ciento de cobertura forestal que tiene todo el Parque Nacional para lograr mantener el equilibrio ambiental que existe desde la parte alta de la cuenca hidrológica.