La última vez que en Veracruz se vio un eclipse de sol fue el 11 de julio de 1991. No se apreció total, sino parcial, como el 8 de abril de este año. El meteorólogo Isidro Cano Luna, recordó que en la Ciudad de México sí se vio oscuridad total.
El próximo eclipse de sol total que verán los veracruzanos será el 30 de marzo de 2052. Aclaró que al año hay entre dos y tres eclipses de sol, pero la mayoría se observa en el océano porque la franja de oscurecimiento abarca aproximadamente 200 kilómetros.
“Por eso no se ven con tanta frecuencia en Veracruz. Este año vamos a tener un eclipse anular de sol pero no será visible en la República Mexicana, es para zonas aisladas como zonas continentales poco habitadas, pero al año hay dos o tres eclipses tanto de sol como de luna”.
Los eclipses de luna son más frecuentes de apreciarse. En cuanto al eclipse de sol del 8 de abril, el Estado de Veracruz tuvo condiciones para su observación pero no fue total. La oscuridad del disco solar se apreció más en Pánuco, Poza Rica, Papantla, Martínez de la Torre y otros municipios de la zona norte. Ahí el oscurecimiento fue de 80 por ciento mientras que en Veracruz y Boca del Río se apreció en 65 por ciento.
“En Xalapa fue de 74 por ciento de oscurecimiento, en Orizaba y Córdoba se llegó al 73 por ciento y hacia el sur como Coatzacoalcos, Acayucan, Minatitlán fue un 62 por ciento de oscurecimiento”.
En esta ocasión en todo el Estado de Veracruz el eclipse se vio de manera parcial, pues se apreció en su totalidad hacia Sinaloa, Durango y Coahuila.
Los eclipses de luna son más frecuentes de observar. Este año se presentó uno en marzo, pero no tuvo mayor relevancia y habrá otro el 18 de septiembre pero será parcial.
Avel Rodríguez Martínez recordó que en1970 vivió su primer eclipse, tenía 7 años, estaba en una carnicería ubicada en Carranza y Azueta, mientras su mamá compraba.
“Yo veía el eclipse, sin protección, pese a que desde ese tiempo, ya se recomendaba no verlo. Recuerdo que Jacobo Zabludovsky lo narraba y el señor de la carniceria veía la T.V. blanco y negro mientras despachaba”.
Volvió a apreciar otro eclipse de sol en 1991. En ese entonces manejaba una moto y se detuvo en la calle de Prim y Paso y Troncoso para apreciar el fenómeno natural.
“La calle se llenó de curiosos. Los autos en Prim, se detuvieron, la oscuridad llegó casi total, fue más emocionante que ahora. Ahora no fue tan intenso, ni tan emocionante, cómo los anteriores, al menos para mí. Tenía más miedo de mirar directamente, quizás o más bien seguramente no veré el de 2054”.
Un eclipse solar es un fenómeno astronómico que ocurre cuando la Luna se interpone entre la Tierra y el Sol, bloqueando parcial o totalmente la luz solar.
Esto provoca que una sombra se proyecte sobre la superficie terrestre, creando un efecto visual único donde el Sol parece oscurecerse parcial o totalmente durante un período de tiempo. Los eclipses solares pueden ser totales, parciales o anulares, dependiendo de la alineación precisa de la Tierra, la Luna y el Sol. Durante un eclipse total de sol, la Luna cubre completamente el disco solar, mientras que en un eclipse parcial, solo una parte del Sol queda cubierta. Por otro lado, en un eclipse anular, la Luna está más lejos de la Tierra y no logra cubrir completamente el Sol, dejando un anillo de luz alrededor del borde lunar.
Por su parte un eclipse lunar es un fenómeno astronómico que ocurre cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, proyectando su sombra sobre la superficie lunar. Esto puede suceder solo durante la fase de Luna llena. Durante un eclipse lunar, la Luna puede adquirir un color rojizo debido a la dispersión de la luz solar en la atmósfera terrestre, lo que le otorga el nombre de “Luna de Sangre”. Los eclipses lunares pueden ser totales, parciales o penumbrales, dependiendo de la parte de la sombra terrestre que cubra la Luna. Durante un eclipse total de luna, la Luna pasa completamente por la sombra oscura de la Tierra, mientras que en un eclipse parcial, solo una parte de la Luna está cubierta por la sombra. Por último, durante un eclipse penumbral, la Luna pasa solo por la parte más tenue de la sombra terrestre, lo que a menudo resulta en cambios sutiles de brillo en la Luna.
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