En los últimos meses se ha puesto de moda, especialmente entre las mujeres jóvenes, un nuevo método para perder peso de manera rápida, el cual consiste en consumir metanfetaminas, una potente y altamente adictiva droga, conocida popularmente como cristal.
Centros de Rehabilitación como Cúspide, reportan que por cada 10 personas que llegan a rehabilitarse, 7 dan positivo a la metanfetamina de cristal, por su parte la Comisión Estatal Para la Prevención y Tratamiento Contra las Adicciones maneja que el 40% de 500 mujeres que están en los centros de rehabilitación llegaron ahí por usar el “hielo”, otro de los nombres que recibe, para adelgazar en pocos días.
Altamente adictiva
La metanfetamina es un estimulante poderoso y sumamente adictivo que afecta el sistema nervioso central. La droga también conocida como “azul”, “meth” o “speed” tiene un aspecto de fragmentos de vidrio o piedras blancoazuladas brillantes.
Esta droga que además es popular por su bajo costo se puede fumar, ingerir (píldoras), aspirar o inyectar, por lo que es popular entre adolescentes que buscan perder peso de inmediato, lamentó la nutrióloga Guadalupe Rodríguez Matus.
“Esta práctica lo llevan a cabo principalmente adolescentes que desean bajar de peso sin ningún tipo de esfuerzo; también es usada por quienes no tienen la posibilidad económica para una liposucción” explicó.
Reconoció que esta práctica se ha incrementado debido al encierro que provoca la pandemia, que causa ansiedad, frustración y miedo.
Christian Aldo Muñoz Madrid, titular de la Comisión Estatal Para la Prevención y Tratamiento Contra las Adicciones (Ceptca), advirtió que esta droga es altamente adictiva y alertó que el consumirla una sola vez, es suficiente para enganchar a la persona.
El maestro Pedro Guy Baeza Pérez, director del Centro Estatal Contra las Adicciones, Cúspide alertó del creciente consumo entre los veracruzanos, que corren un grave riesgo de muerte.
“Debido al incremento que se está dando en jóvenes y adultos, el índice de mortalidad por esta droga puede llegar a ser incluso mayor que el del alcohol y el tabaco”.
Pierden el apetito y la vida
Quienes la consumen dejan de comer, porque los elementos que la componen, entre ellos potentes ácidos, anulan el apetito.
“Se da la pérdida de peso por la pérdida de apetito debido al placer que provoca su consumo, por eso terminan volviéndose adictos, sin embargo, no saben que está compuesta por raticidas, ácidos para baterías, pinol, cal, entro otros ácidos altamente dañinos para el organismo”, alertaron, Guadalupe Rodríguez y Pedro Baeza.
Entre los daños físicos que causa están: el daño neuronal inmediato y la frustración de la maduración neurofisiológica, sin contar que el tiempo que dura la “luna de miel” con esta droga, es de 3 a 4 años, en una persona mayor de 25 años con una estructura física y neuronal en perfectas condiciones.
El Centro de Integración Juvenil reconoció que la mayoría de las personas que son adictos tienen repercusiones en su salud, sin embargo, los que consumen la “meth” presentan daños más graves.
“El cristal es altamente adictivo, ya que el placer que causa es inmediato y es tan significativo para el cerebro que al primer contacto te atrapa. Hay casos en donde es tanto el daño que no son aptos para llevar un tratamiento y tienen que ser trasladados a hospitales mentales, debido a las afectaciones” detalló, Pedro Baeza.
Los especialistas coincidieron que los adictos al cristal solo tienen tres finales: los centros de salud mental, la cárcel o la muerte.
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