Más que una fecha para abrir templos, a la Iglesia Católica le preocupa la situación que vive la sociedad, las familias, en estos tiempos de pandemia, aseveró Víctor Manuel Díaz Mendoza, vocero de la Diócesis de Veracruz.
Cabe recordar que desde el 17 de marzo de este año el obispo de Veracruz, Carlos Briseño Arch, anunció el cierre de los templos católicos dentro de la demarcación religiosa a su cargo, para evitar aglomeraciones y contagios de coronavirus, y desde entonces inició la transmisión de misas por internet y por televisión.
Ante la inquietud de algunos feligreses para que ya empiecen a abrir puertas, el vocero resaltó que hay temas que inquietan aún más a la jerarquía eclesiástica.
"No nos preocupa que el templo esté cerrado, nos preocupa que hay desempleo, que hay una fuerte crisis económica", subrayó Díaz Mendoza.
Destacó que en la medida de sus posibilidades, la Iglesia Católica busca apoyar a los sectores en apuros.
Dijo que a través de la pastoral social se apoya con víveres a quienes se quedaron sin empleo y no tienen cómo sostener a sus familias, porque la Iglesia tiene el compromiso de ayudar a los hermanos y a la sociedad en tiempos difíciles.
Sí están pendientes de cómo se dan las cosas, para cuando Veracruz cambie de semáforo rojo a naranja y después al verde, para que no les llegue por sorpresa.
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