El Banco de Alimentos de Veracruz llega a más beneficiarios y optimiza sus procesos para garantizar la transparencia, afirmó su director, Darío Jiménez Romero, director Banco de Alimentos de Veracruz.
Explicó que cada vez hay más solicitudes de personas de bajos recursos y se busca la manera de incluirlas, en el entendido de que no son gratuitas, sino que tienen un bajo costo de recuperación.
"Hay unas despensas muy sencillas que pueden costar 30 pesos, 40 pesos, pero muy sencillas. Hay otras de 60 pesos, 70 pesos; eso depende no tanto de la empresa, sino del contenido de la despensa.
"No hemos parado, trabajamos consiguiendo más variado de las tiendas que nos donan sus despensas y lo que retiran de sus inventarios y que está en buenas condiciones", señaló Jiménez Romero.
Las personas que quieren ser beneficiarias tienen que registrarse y se les hace un estudio socioeconómico para darles una respuesta, y el padrón sigue creciendo.
"Ahora estamos atendiendo un poquito más, porque teníamos menos de 30 mil beneficiarios al mes y ahora andamos como en 36 mil, sí ha aumentado en más de 10 a 15 por ciento la atención a beneficiarios por todas las donaciones que hay", resaltó el director.
Destacó a la transparencia como factor fundamental porque se debe comprobar a quién se entrega el producto: se llama trazabilidad, que es dar seguimiento al producto desde que lo dona el comerciante hasta que se entrega al beneficiario.
También se cambió la forma de distribución de inventario para garantizar el manejo óptimo desde que se recibe un material hasta que se entrega al beneficiario.
"Teníamos dos formas: la distribución en la mesa, que le llamamos, directamente con la tienda; y la otra era que llevábamos el alimento a las colonias y localidades foráneas. Pero el producto de dañaba un poco, se mermaba, cuando hacía calor se averiaban las frutas y verduras.
"Con los Comités de Apoyo a la Alimentación de diferentes colonias que tenemos como 60 ahorita, ellos vienen por el producto, les ofrecemos lo que tenemos para armar sus despensas y ellos hablan con las personas de la localidad, con los beneficiarios y vienen por el producto, se lo llevan y no hay problema porque ellos llevan exactamente lo que quieren", subrayó Jiménez Romero.
Hizo hincapié en que el Banco de Alimentos no regala, sino que ofrece productos a bajo costo a personas que se inscriben como beneficiarios.
Puso énfasis en el tema de la transparencia y el espíritu social del Banco de Alimentos, en el entendido de que no es una instancia de apoyo, que requiere recuperar los recursos aplicados para garantizar la continuidad del programa.
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