El municipio boqueño ha sido reconocido por el espíritu tradicional que mantiene, personificado de manera particular en los pescadores. Gente que se ha desenvuelto en dicho ámbito desde su infancia, alentados por los familiares que buscan acercarles a las costumbres más arraigadas de este lugar.
Desde hace 50 años, Carlos Enríquez Luna se desempeña en el noble oficio de la pesca, instruido por su padre, quien también fue pescador.
Es por ello que Carlos dice haber “nacido en el mar”, ya que desde los 10 años tuvo su primer acercamiento con las redes y lanchas.
En este sentido, desde temprano tuvo conocimiento de lo que representaba Nuestra Señora de Santa Ana, patrona a la cual se encomiendan los pescadores de acuerdo a la historia que, por generaciones, se ha compartido tanto en su gremio, como a los turistas que visitan Boca del Río y los interesados en conocerla a profundidad.
Carlos Enríquez Luna, pescador. Foto: Wenceslao Fuentes| IMAGEN DEL GOLFO
“Mi padre me contaba que cada 10 de julio se celebra, con una misa, a Nuestra Señora de Santa Ana. Decía que unos pescadores se encontraron una imagen en la playa, la cual recogieron y después llevaron a la iglesia.
“Pero la sorpresa fue que, al regresar a la playa a seguir con sus labores, vuelven a encontrar la imagen, y desde ahí se volvió la patrona de los pescadores.
A ella se le pide que en estas fechas haya buena pesca, al igual que agradecerle por los alimentos que el mar y los ríos brindan al pueblo”, contó Carlos.
Igualmente, Carlos aseveró que con dichas festividades, la afluencia turística aumenta, lo cual se traduce favorablemente para los comerciantes boqueños, desde restaurantes hasta los paseos en lancha y, por ende, en las ventas de pescados y mariscos que ofrecen en la cooperativa de la cual es miembro activo desde hace 30 años.
Foto: Wenceslao Fuentes| IMAGEN DEL GOLFO
Así como su padre le enseñó lo que hoy en día domina, Carlos es padre de familia e inculcó el amor al mar a sus tres hijos, de los cuales sólo uno de ellos “heredó” el mismo gusto y satisfacción por la pesca y la conducción de lanchas.
“Aunque mis otros dos hijos no estén involucrados en la pesca, la pesca sí forma parte de ellos porque, por ejemplo, gracias a este oficio he podido apoyarles en sus estudios y a eso están enfocados. Ahora tienen otra visión y doy gracias a Dios por permitirme darles las herramientas que necesitan para su futuro”, añadió.
Extendiendo la invitación a la ciudadanía para celebrar las próximas fiestas de Santa Ana, Carlos Enríquez espera que los asistentes se sientan parte de las tradiciones boqueñas, deseando también que adopten la misma filosofía que aplica en cada ocasión que pesca, sea cual sea el resultado: “contento vine y contento me voy”.
Foto: Wenceslao Fuentes| IMAGEN DEL GOLFO
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