Hola mis compas, mis camaradas de mil batallas, ahora sí estoy encabritado y lo que le sigue, lo juro por ésta.
Mis contactos me reportaron que en plena zona céntrica de Veracruz, en la calle Mario Molina entre Pino Suárez y Revillagigedo, a sólo tres cuadras de la avenida Allende, hay un cascarón de lo que en algún momento remoto fue una vivienda, en total abandono.
Cuentan que por falta de uso y de mantenimiento la vivienda se ha desplomado lentamente al paso de los años y que en el momento menos pensado se escucha el azotón de los pedazos de techo y muros.
Dicen los vecinos que ya lleva al menos veinte años así, porque los propietarios se niegan a hacer reparaciones o venderlo y ya se convirtió en madriguera de fauna nociva.
Las ratas y los tlacuaches entran y salen como Pedro por su casa y lo peor, se pasan a las casas vecinas, lo que endurece a las familias de la cuadra.
¡Estoy indignado, mis cuadernos! Y comentan que se niegan a vender para que alguien le dé uso al predio que ya es un criadero de ratas, más las de dos patas que se introducen a consumir drogas, y de las más chafas.
Hay que hacer algo, mis brothers, no es posible que la inmundicia amenace convertirse en un problema de salud pública cuando la fauna del viejo cascarón muerda a alguien y detone un problema de salud pública.
¡No me dejen solo mis carnales!
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