A unas horas de que arranque el Buen Fin, muchas personas lo esperan con ansiedad y es precisamente esa ansiedad lo que puede llevar a malas compras y mal rendimiento del dinero, alertó Jeremías Zúñiga Mezano, presidente de Comunidades Seguras en el estado.
Por eso sugirió a los compradores compulsivos calmar sus ansias y que el raciocinio y la prudencia imperen sobre la emoción y la urgencia por quedarse sin un peso en el bolsillo.
"Es un periodo de alto riesgo para la salud financiera de los consumidores: el entusiasmo y las estrategias de marketing pueden llevar a decisiones impulsivas.
Recomendó:
- Establecer un presupuesto realista basado en el ingreso y antes de realizar cualquier compra, revisar las finanzas y definir cuánto se puede gastar sin comprometer las necesidades básicas y los ahorros.
- Evitar compras impulsivas y antes de gastar, razonar si en verdad se necesita ese artículo. Un buen ejercicio es esperar al menos 24 horas antes de decidir una compra.
- Si se pagará con tarjeta de crédito, analizar si no afectará a las finanzas personales y no perder de vista el control de los pagos para no caer en un abismo sin fin.
- Comprar de manera planificada y con base en las necesidades establecidas, para no salir del presupuesto.
- Nunca comprar bajo presión por advertencias como 'últimos días' o 'quedan pocas unidades' y mantenerse en lo preestablecido y en lo presupuestado.
- No rotundo a compras emocionales y por presiones para en teoría alcanzar un estatus irreal. Esas presiones dañan la bola y no resuelven nada.
- No comprometer el presupuesto a futuro por compras para el presente, pues las deudas se tienen que pagar. No olvidar que viene diciembre con la Navidad y Año Nuevo y lo que se malgaste hoy hará falta en la temporada decembrina.
Zúñiga Mezano recalcó que los errores del presente se siguen pagando en el futuro, y con dinero en efectivo.