Basura y alcantarillas tapadas agravan inundaciones en Veracruz

¡Pues sí, raza! No había pasado ni media hora de lluvia este sábado 31 de mayo y ya andábamos todos navegando por las calles como si trajéramos lancha en vez de carro. En serio, nada más cayó tantita agua y se armó la inundación sabrosa en varias zonas de Veracruz y Boca del Río. Ya no es chiste, cada vez que llueve parece que nos cae el diluvio universal, pero con más basura y menos conciencia.

Desde temprano, cuando empezaron los truenos y el cielo se puso bien loco, ya se sentía que venía la tormentita. Y que se suelta la lluvia, ¡y tómala! En menos de lo que te echas una marucha, ya había avenidas hasta el cuello de agua. Calles como Urano, la carretera Veracruz-Xalapa y varias colonias se pusieron al puro fregadazo. Y no es exageración, había carros varados, gente subiendo las patas y otros nomás viendo cómo su casa se les llenaba de agua por la puerta.

¿Y saben qué es lo más triste? Que no es solo culpa de la lluvia. Es la raza que no entiende.

Uno pasa y ve bolsas de basura tiradas en las esquinas, en las banquetas, colgando de postes, hasta en los camellones. Luego, ¿qué pasa?

Pues que el agua las jala, se van directito a las alcantarillas y ¡zas! Se hace el tapón. Literal, vimos coladeras llenas de bolsas, botellas, plásticos, y hasta colchones viejos.. Un chiquero, pues.

La basura acumulada agravó las inundaciones en Boca del Río durante la tormenta.

Y ya con el agua sin pa´ dónde irse, pues se mete a las casas, se sube a las avenidas, y ahí nos tienes todos con los pantalones remangados, empujando coches, pidiendo ayuda, y echándole la culpa al gobierno. Pero la neta, también hay que ver pa´ dentro.

Si seguimos tirando la basura como si la calle fuera basurero, vamos a seguir nadando cada vez que caigan cuatro gotas.

Se inunda porque tenemos la ciudad tapada de porquería. No es magia, es lógica. El agua quiere correr, pero no puede porque hay un montón de cochinadas tapando las salidas. Y ahí están los resultados, tráfico, pérdidas materiales, locales cerrados, gente molesta, y uno que otro resbalón de esos que dan risa pero también dan pena.

Así que ya estuvo bueno de hacerse patos. Si no cuidamos la ciudad, ella solita nos lo va a cobrar cada temporada de lluvias. Y no con regaños, sino con agua hasta la cintura, con carros arruinados y con coraje acumulado. Veracruz y Boca del Río ya no aguantan más tanta inconsciencia.

Así que pónganse las pilas, vecinos. Saquen su basurita el día que pasa el camión, no la dejen tirada en cualquier lado. Y si ven una alcantarilla tapada, no se hagan, avisen o quítenle el cochinero si pueden. Porque si no, ya saben con la próxima lluviecita, todos a nadar.