Aumenta venta informal; consecuencia de liquidaciones laborales por crisis sanitaria

A un año y medio de que la pandemia del coronavirus llegó a México, sus daños persisten en la salud colectiva, en la económica y social; las demandas por despidos laborales no paran, alertó Mario Alejandro Lara Guevara, presidente del Colegio de Abogados Penalistas de Veracruz.

Consideró positivo que se ataque la parte sanitaria mediante la vacunación que ya cubre a personas de 40 años en adelante con su esquema completo, y que ahora se avance con la población de 30 a 39 años.

No obstante, el factor económico sigue deprimido y tiene consecuencias de orden social y jurídico porque conlleva conflictos que se dirimen en los juzgados, que por ahora no están abiertos o son de acceso limitado, y eso empeora la situación, dijo.

“Con la pandemia, mucha gente no labora, hay parálisis económica y quieras o no, eso afecta: han cerrado muchas fuentes de empleo y a mucha gente la han despedido. Se dispararon las demandas laborales: ahorita yo llevo 13 demandas laborales contra distintas empresas y fuentes de trabajo que han despedido de manera indiscriminada a los trabajadores en gran medida.

“Ahorita que esta la tercera oleada del Covid han cerrado varios negocios: el centro de la ciudad está cerrado; acá por el bulevar Ávila Camacho todo, la zona comercial e incluso hotelera, abandonada y han despedido a la gente, y eso agrava la situación”, señaló Lara Guevara.

Resaltó que para los empleados de gobierno federal, estatal o municipal no hay problema porque cobran su quincena con regularidad, pero en el sector privado es otra historia y sin ventas ni demanda de servicios no hay dinero y entonces viene el cierre y los despidos de personal.

A VENDER COMIDA

Ante el desempleo y la necesidad de las familias por salir adelante en forma honrada y sin buscar problemas, el único refugio medianamente redituable es la venta informal de lo que sea, sobre todo comida.

La compañía de electricidad cobra los recibos, con pandemia o sin ella; lo mismo la de agua potable, y no dan prórrogas en consideración a la apretada economía, dicen ‘pagas o te corto el suministro’, lamentó el presidente del Colegio de Abogados Penalistas de Veracruz.

Por eso, los tianguis en colonias populares son cada vez más grandes, pues los jefes y jefas de familia tienen que darle de comer a sus hijos; y hasta profesionistas eligen esa opción para sacar adelante a los suyos.

“Mucha gente que trabajaba en empresas ha tenido que abrir su propio negocio, la venta de antojitos, comida, ropa, porque no alcanza para cubrir las necesidades de las familias. El gremio de los abogados se ha visto afectado porque al cerrar los juzgados se cae el trabajo, pues la gente se preocupa por comer, que es una de las necesidades más apremiantes.

“Incluso, muchos abogados han tenido que poner su propio negocio de cualquier cosa, sobre todo de comida, de ropa, de raspados; se han tenido que cambiar a otras actividades y sí ha bajado el trabajo para el gremio”, subrayó Lara Guevara.

Lo peor es que aún no se vislumbra una luz al final del túnel, porque la tercera oleada del Covid-19 está muy dura, y aún faltan por vacunarse personas menores de 29 años, alertó el litigante.

Exhortó a la ciudadanía a no bajar la guardia y seguir cuidándose, incluso quienes ya están vacunados, porque el problema aún va para largo.