Asilo en Veracruz pide apoyo para proteger a los abuelitos del frío

Ante el inicio de los frentes fríos y 'nortes' la directora del Asilo COGRA en Veracruz, María Teresa Mendoza Grajales, llama a la solidaridad de la población para apoyar a los abuelos que viven ahí y evitar que enfermen a causa de las bajas temperaturas, aunado a que en el otoño y el invierno se les hace más pesada su soledad.

Destacó que por su edad muchos son friolentos y requieren estar cubiertos porque sienten dolor de huesos en el ambiente fresco.

"Solicitamos la solidaridad de la población para con los abuelos, más que nada los suéteres y pantalones, que son muy importantes porque el frío les causa dolor de huesos y prefieren estar encerrados y bien abrigados.

"Y también agradecernos si pueden donar antigripales y antidiarreicos, entre otros medicamentos; y de manera enfática medicamentos para la población con diabetes, porque a muchos se les baja la presión y decae aún más su ánimo", subrayó Mendoza Grajales.

Otro producto, que no es un medicamento pero que sí es muy útil en la temporada invernal que se avecina es el té en sobrecitos.

La directora del Asilo COGRA resaltó que en muchos casos los habitantes de ese espacio se sienten deprimidos por el abandono de sus familiares y eso, además de golpearlos anímicamente, incrementa esa sensación de decaimiento.

El adulto más longevo o de mayor edad que está en el Asilo COGRA tiene 89 años de edad; había uno más longevo pero falleció hace tiempo.

También hacen falta suéteres, colchas, sábanas porque no sólo se requiere la ropa para las personas, sino también para los colchones que con frecuencia terminan mojados por algunos adultos mayores, subrayó Mendoza Grajales.

Hizo hincapié en que al paso de las semana serán más frecuentes los frentes fríos y los episodios de depresión entre los habitantes del asilo porque se les hace más pesada la falta de visita de los familiares.

El Asilo se ubica en la Calle Cultura esquina Murillo en la Colonia Hidalgo, a 2 calles de Agustín Yáñez, donde está una conocida galletera.

Ahí viven poco más de 60 abuelos, entre hombres y mujeres.