Alertan en aumento enfermedad de Chagas

Aunque el coronavirus es el mal más sonado y dañino de los últimos meses, persisten otros menos ruidosos pero no menos preocupantes como el mal de Chagas, la tercera enfermedad infecciosa en América Latina.

Hoy en día la enfermedad de Chagas afecta a más de un millón de mexicanos (el COVID-19 está en unos 17 mil en este momento confirmados), con el costo económico de su tratamiento y costo social por el efecto en cada familia.

La doctora Viviam Ubiarco, líder del Área Médica de Cardiovascular en una importante firma de salud en México, explicó que es una enfermedad incapacitante en su etapa crónica, pues representa una pérdida cercana a unos 18.5 años de vida productiva en quien la padece; y genera una pérdida económica por unos 58 mil 450 millones de dólares.

Prevalece en zonas rurales y la transmiten chinches infectadas por un parásito. Cuando ésta pica alguna zona de la piel humana, defeca cerca de la picadura, y cuando esas heces y orinas diminutas entran en contacto con los ojos, boca o alguna lesión cutánea abierta, empieza el problema para el humano infortunado.

Estimó que el 71 por ciento de la población mexicana está en riesgo directo de contraer la enfermedad de Chagas por la picadura de la chinche.

Entre los estados del país con mayor prevalencia figuran San Luis Potosí, Hidalgo, Puebla, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Chiapas, Yucatán, Campeche y Quintana Roo.

Aclaró que también puede contraerse en una transfusión sanguínea, un trasplante de órganos y por contaminación congénita de una madre a su recién nacido.

Aclaró que es un mal silencioso, generalmente asintomático y suele diagnosticarse en una etapa crónica y no curable.

Sin embargo se debe poner atención a la presencia de fiebre, fatiga, pérdida de apetito, dolor de cabeza y vómito, entre otros posibles síntomas.

Al no existir un programa específico enfocado en la vigilancia epidemiológica, prevención y control, muchos casos de Chagas los atienden en las áreas de cardiología o de gastroenterología, pues la falta de un diagnóstico previo a la fase crónica puede desarrollar enfermedades del corazón, y complicaciones intestinales.