Después de días —o semanas, para algunos— soportando un calor que parecía no tener fin, por fin hay un cambio en el pronóstico. La Secretaría de Protección Civil ha anunciado lo que muchos esperaban: el calor comenzará a ceder a partir del jueves 22 de mayo, con una baja paulatina en las temperaturas y un aumento en la probabilidad de lluvias.
Según el comunicado oficial, el fenómeno se debe a que el anticiclón en niveles medios de la atmósfera comienza a debilitarse. Dicho sistema había estado intensificando el calor en todo el estado. Pero ahora, con su deformación, llega una oportunidad para que los vientos cambien de dirección.
El viento comenzará a soplar desde el norte y noreste, con velocidades que podrían alcanzar los 35 km/h y rachas más intensas en la costa. Además, se prevén tormentas eléctricas dispersas, sobre todo en zonas montañosas.
Para los que viven cerca del mar, también se anticipa un oleaje más marcado, aunque dentro de niveles normales (entre 0.5 y 1 metro). Eso sí, recomiendan tomar precauciones.
#BoletínMeteorológico, 21/05/2025
— Meteorología SPCVer (@spcver_met) May 22, 2025
Se prevé que a partir de mañana disminuya ligeramente la intensidad del calor y aumente gradualmente el potencial de lluvias, chubascos y tormentas aisladas.
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En la conurbación Veracruz–Boca del Río, la situación llegó a extremos no tan comunes: sensaciones térmicas por encima de los 44 grados Celsius, calles vacías a mediodía, cortes de agua, fallas eléctricas... y una larga lista de efectos colaterales.
Hubo escuelas que suspendieron actividades, negocios que bajaron cortinas más temprano y servicios de emergencia que recibieron llamados por golpes de calor. La falta de viento agravó la situación: aire caliente y húmedo que parecía envolver a la ciudad como una manta pesada.
Y aunque algunos encontraban alivio en ventiladores y aires acondicionados, muchos otros simplemente aguantaron. Porque en esta parte del país, el calor no es novedad, pero lo de este mayo sí rompió la paciencia de más de uno.
No se trata de cantar victoria. Aunque el pronóstico marca una disminución, las temperaturas seguirán siendo altas, aunque con menos intensidad. Las lluvias podrían traer algo de frescura, pero también riesgos: encharcamientos, bajones de luz o deslizamientos en zonas serranas.
Lo importante, subrayan las autoridades, es seguir atentos a los avisos meteorológicos. Este es el último informe sobre la ola de calor, pero no el fin de la temporada cálida. Todavía queda camino por recorrer antes de que el clima se estabilice por completo.
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