Por desconocimiento de la ley quienes viven en tierras ejidales o intentan comprar esos terrenos pueden llegar a ser víctimas de fraudes. David Muñoz Palomo, especialista en derecho agrario, dijo que un fraude muy común es la venta de un terreno que resulta ser parte de un ejido. Algunos se pueden comprar y vender, pero la mayoría requiere un proceso muy distinto al de los terrenos legales.
“Muchas veces piensan que vender una tierra ejidal es como endosar la escritura de un auto y eso no funciona así, hay todo un procedimiento legal ante el RAN y ante el ejido, donde se tiene que formalizar la operación. Un terreno ejidal no se puede vender ni enajenar como un terreno particular, pero a través del ejido podría llegarse a tener dominio pleno y hacer una operación”.
Señaló que generalmente quienes tienen tierra ejidal son personas de escasos recursos y no conocen los aspectos legales.
De acuerdo al Registro Agrario Nacional (RAN), más del 51 por ciento del territorio mexicano pertenece a propiedad social y existen casi 30 mil ejidos, así como más de 5.3 millones de ejidatarios y comuneros.
“La gente piensa que con darte el certificado parcelario y ponerle atrás que se recibió tal cantidad pueden enajenarse los terrenos ejidales y eso es falso, no funciona así”.
Recomendó verificar quien se encuentra haciendo la operación y los documentos de la transacción para prevenir fraudes. Esto se puede hacer en el RAN, con el trámite "Ubicación de predios en ejidos y comunidades por el RAN". Si es un ejido, ningún contrato firmado permitirá poseer el terreno. Llamó a no dar dinero por adelantado ya que en ocasiones no pueden realizarse ventas directas, esto no solo ocurre con terrenos rurales o ejidales, sino también con casas de interés social o en el nivel residencial.
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