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29 de enero del 2025
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Accidentes con balas perdidas en Veracruz: 3 trágicas historias de víctimas de la violencia

Tres casos recientes en Veracruz muestran el impacto mortal de las balas perdidas en víctimas inocentes.
Veracruz | 2025-01-29 | Jesús Valderrábano
Accidentes con balas perdidas en Veracruz: 3 trágicas historias de víctimas de la violencia
Las balas perdidas han dejado múltiples víctimas en Veracruz, incluyendo niños y jóvenes.
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Las balas perdidas, un fenómeno que ha cobrado numerosas víctimas en México, han dejado su huella en Veracruz, marcando vidas con tragedias inesperadas.

Sin distinción de edad o circunstancias, estas historias reflejan el impacto de la violencia en la sociedad y la vulnerabilidad de la población ante hechos que, aunque ajenos a ellos, terminan por convertirlos en víctimas.

A continuación, se relatan tres casos recientes en los que inocentes sufrieron las consecuencias de disparos sin destino aparente.

1. Un maestro alcanzado por una bala dentro de su escuela

El peligro de las balas perdidas alcanzó a un profesor de primaria en Córdoba, Veracruz, mientras realizaba sus labores dentro de la escuela Gral. Ignacio Zaragoza.

El docente se encontraba en compañía de otros profesores y padres de familia cuando sintió un dolor agudo en la espalda baja.

Al revisar lo ocurrido, descubrieron que había sido herido por un proyectil que ingresó al plantel sin un aparente objetivo.

Los paramédicos de la Cruz Roja de Córdoba lograron extraer la bala en el mismo lugar antes de trasladarlo a un hospital para su recuperación.

El origen del disparo sigue siendo incierto, aunque se sospecha que provino de una vivienda cercana a la escuela.

Este incidente generó gran preocupación entre los padres de familia, quienes exigieron mayor seguridad en la zona para evitar que situaciones similares se repitan en un lugar donde la educación y la seguridad de los niños deberían ser prioridad.

2. Un joven atrapado en el fuego cruzado

Lo que comenzó como una visita rutinaria al banco, terminó con un joven de 30 años luchando por su vida.

Hugo "N" se encontraba dentro de una sucursal de BBVA en Boca del Río cuando, en el exterior, un intento de asalto derivó en un enfrentamiento armado entre delincuentes y el escolta de un cuentahabiente.

En medio del caos, una bala perdida lo alcanzó en el rostro, dejando su estado de salud en condición delicada.

El joven, trabajador de una agencia automotriz, fue trasladado de urgencia al Hospital Privado Español, donde los médicos intentaron estabilizarlo.

Mientras tanto, los responsables del tiroteo continúan prófugos, aunque las autoridades han asegurado que mantienen operativos para su localización.

La situación ha generado preocupación entre los ciudadanos, quienes piden mayor seguridad en zonas concurridas.

3. Trágico fin de año: una niña de 5 años pierde la vida

La celebración de Año Nuevo en Veracruz se convirtió en luto y dolor para una familia en el Infonavit Río Medio III.

Melisa Guadalupe Ortiz Luna, una niña de 5 años, falleció tras ser alcanzada por una bala perdida mientras estaba con sus padres en la calle.

Se presume que el disparo provino de alguien que realizó detonaciones al aire, una práctica peligrosa y, en ocasiones, mortal.

La pequeña fue llevada de urgencia a varias clínicas, pero ninguna pudo salvarla de la grave lesión que sufrió.

El caso conmocionó a la comunidad, pues evidenció cómo una simple celebración puede terminar en tragedia debido al uso irresponsable de armas de fuego. Hasta la fecha, no se ha identificado a la persona que disparó el arma.

Casos de balas perdidas en Veracruz y México

Estos no son casos aislados. México es el segundo país en América Latina con más víctimas por balas perdidas, según datos del Centro Regional de Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo (UNLIREC).

En muchos de estos incidentes, los responsables nunca son identificados, dejando impunidad y dolor en las familias afectadas.

La violencia, ya sea resultado de enfrentamientos del crimen organizado, intentos de asalto o disparos irresponsables, sigue cobrando víctimas que nunca estuvieron en el conflicto, pero que terminan pagando las consecuencias.

Las historias de estas tres víctimas reflejan una realidad preocupante: nadie está exento del peligro de una bala perdida. Desde niños en su hogar hasta adultos realizando trámites cotidianos, la inseguridad ha convertido cualquier espacio en un posible escenario de tragedia.

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