José Ventura Vargas Sánchez, presidente de 'Pescadores Bajos de la Blanquilla', informó que la pasada temporada de cuaresma, al igual que en otros años, manifestó escasez en la pesca debido a dos posibles factores, la apertura del pescado o el incremento de pescadores.
“No sabemos qué ha pasado pero el pescado se ha abierto a más profundidad, no ha recalado, y no nada más aquí, también en Chachalacas y Antón Lizardo. Esta temporada que pasó estuvo bastante baja en varias partes y desde hace años, todo le achacamos al calentamiento global pero lo real es que ya somos muchos pescadores y pues no da para tanto”.
Comentó que más allá de afectar a los consumidores, los daña a ellos, quienes al no captura ningún ejemplar, no tienen que vender, por lo que recurren a practicar otros oficios que les generen ingresos.
“Esta situación más que afectar en el precio nos afecta a nosotros porque al no haber capturas pues no ganamos dinero. Por eso cuando no hay nada en el mar buscamos por otro lado, hay unos que se dedican a la albañilería, al aluminio o nos ponemos a reparar nuestros equipos de trabajo, el chiste es sacar un poquito para llevar a nuestras casas”.
Mencionó que hasta ahora el precio del pescado se mantiene estable, sin embargo siempre habrán algunas especies más caras que otras. Agregó que durante estas fechas los pescados que más encontraran serán el peto, la sierra, cojinuda, el jurel y el bonito.
“Ahorita el precio del pescado está estable, sin embargo cada especie varía. Pescados como el robalo y guachinango siempre han estado caros, pero también hay baratos como el jurel y la chopa, que se encuentran en 30 pesos”, finalizó.
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