A casi un año de haberse registrado el crimen de Brando Arellano, los habitantes del municipio de Lerdo de Tejada decidieron colocar diversas pancartas, esto para exigir que haya justicia, recordando el lamentable hecho en el que el joven de 27 años fuera asesinado presuntamente por policías.
Las pancartas fueron colocadas sobre el palacio municipal, en el cual se lee "Lerdo quiere justicia Brandon", indicaron que desde que sucedió el crimen de este joven, padre de familia, se han convertido en un "pueblo sin ley", solicitando que pronto se dé castigo a todos los presuntos culpables que se encuentran en la cárcel por el crimen de Brandon.
Señalaron que pese a que un juez dictó sentencia sobre los policías que presuntamente dispararon en contra del joven Brando Arellano, no se ha tenido justicia, asegurando que desde entonces el pueblo fue abandonado, esto tras exigir que el alcalde Fabián Cárdenas tome protesta.
Indicaron que existe falta de servicios como agua, luz, entre otros en algunas colonias de Lerdo de Tejeda, asegurando que hace falta que se atiendan rubros como el de seguridad.
Al darse a conocer el crimen del joven Brando Arellano Cruz, de 27 años, asesinado presuntamente por policías municipales en Lerdo de Tejada, el pueblo se desquició en el dolor y comenzaron a tomar justicia por sus propias manos, quienes sumergidos en el dolor golpearon y casi lincharon a los policías de esa región.
Brando Arellano Cruz fue perseguido presuntamente por los elementos de la Policía Municipal de Lerdo de Tejada, quienes finalmente, cuando él se detuvo, presuntamente dispararon en contra del vehículo, siendo uno de los dos impactos que terminara con la vida del joven.
Durante la noche del 19 y parte del 20 de enero de 2024, la población enardecida incendió el Palacio de Lerdo de Tejada, municipio localizado a una hora del puerto de Veracruz; la Secretaría de Seguridad Pública a través de un comunicado en sus redes sociales informó sobre la detención de 4 elementos municipales de Lerdo de Tejada, quienes están implicados en la muerte de un joven querido por el pueblo cañero.
De acuerdo a testigos y testimonios no oficiales los policías municipales perseguían a un automóvil, disparando contra un muchacho que se encontraba en su vehículo, tratándose de Brando Arellano Cruz.
Los pobladores, al ser alertados de la tragedia ocurrida mantuvieron retenidos a un grupo de policías municipales.
Indignados por el crimen, salieron en las inmediaciones del Campo Deportivo Seoane donde rodearon la patrulla de los uniformados y les negaron retirarse del lugar sin ser presentados ante una autoridad que garantizara justicia.
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