El próximo evento de "Norte" en Veracruz está previsto para el miércoles 5 de marzo de 2025, asociado al paso del frente frío número 29. acompañado de fuertes rachas de viento, podría generar diversos accidentes y afectaciones en la zona.
Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se espera que este fenómeno genere vientos con rachas de hasta 100 km/h en la región.
Las rachas más intensas podrían registrarse alrededor de las 18:00 horas del miércoles 5 de marzo, disminuyendo significativamente hacia las 09:00 horas del jueves 6 de marzo.
Además, se anticipa un descenso en las temperaturas durante este periodo, afectando principalmente el norte, noreste y oriente de México, incluyendo el estado de Veracruz.
Entre los principales incidentes que podrían registrarse se encuentran:
Los vientos de 100 km/h son considerados peligrosos y pueden causar diversos daños y riesgos para la población e infraestructura. A esta velocidad, las rachas de viento pueden provocar la caída de árboles, postes de luz, anuncios espectaculares y estructuras débiles, lo que representa un peligro para peatones y automovilistas.
En zonas costeras como Veracruz, estos vientos pueden generar un fuerte oleaje y marejadas, lo que afecta la navegación y pone en riesgo a pescadores y embarcaciones pequeñas.
Además, el viento intenso puede reducir la visibilidad al levantar polvo o escombros y dificultar la conducción, aumentando el riesgo de accidentes vehiculares.
Las rachas intensas de viento pueden provocar la caída de árboles, ramas y postes de luz, lo que representa un peligro para peatones, automovilistas y viviendas cercanas.
Además, esto podría generar interrupciones en el suministro eléctrico y daños en la infraestructura urbana.
En carreteras y puentes, el viento fuerte puede afectar la estabilidad de vehículos ligeros y pesados, especialmente en tramos elevados como el puente de Boca del Río.
Esto aumenta el riesgo de volcaduras o pérdida de control, lo que puede derivar en choques o accidentes múltiples.
El "norte" suele generar un incremento en el oleaje, lo que puede representar un riesgo para embarcaciones menores, pescadores y bañistas.
Además, la fuerza del viento puede provocar encharcamientos en zonas bajas y daños en palapas o estructuras cercanas a la playa.
Ante estos posibles accidentes, Protección Civil recomienda tomar precauciones como evitar transitar en zonas arboladas, conducir con precaución y mantenerse informado sobre los avisos meteorológicos.
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