¿Sabía usted que el primer grupo Scout de México se fundó en la ciudad y puerto de Veracruz?
Sucede que, en 1926, radicaba entre nosotros don Andrés Gómez Orejan, quien había mandado a sus hijos a estudiar a Estados Unidos, país donde fueron lo que entonces se conocía como Boy Scouts (equivalente a “muchachos exploradores”).
Entusiasmado con el programa, don Andrés decidió crear, junto con sus hijos, el primer grupo Scout de este país. Hoy, a 93 años de distancia, están funcionando más de 800 grupos, con más de 50 mil integrantes.
Robert Stephenson nació en Inglaterra en 1857 y quedó huérfano de padre los 3 años de edad. Como no tenían dinero, él y sus hermanos construían sus propias embarcaciones para navegar por los ríos cercanos.
Como dato curioso, vale la pena mencionar que a los 8 años de edad, escribió un texto -con pretensiones de libro- que tituló “Leyes para mí cuando yo sea viejo”. Con el paso del tiempo resultó ser un prolífico escritor, dado que publicó 32 libros. Uno de ellos, “Escultismo para muchachos”, fue traducido a 35 idiomas.
A los 19 años entró a la milicia y fue enviado a combatir a La India. En África luchó contra los Zulues, los Matabeles y los Boers. De regreso a su tierra natal llegó convertido en un héroe, alcanzando el grado de General. Al poco tiempo recibió el nombramiento de “Lord”.
Se retiró del ejército a los 53 años de edad. Por esa época se da cuenta que lo que escribió para uso exclusivo de soldados, llamó poderosamente la atención en los adolescentes, al grado de que su libro era utilizado en las escuelas como un texto de lectura. De aquí surge la idea de crear los Boy Scouts, posteriormente conocidos como Scouts. Y así, comienza la gran aventura y en 1907, en forma experimental, lleva a cabo el primer campamento, en la isla de Brownsea, con solo 25 muchachos.
Fue tal la aceptación del nuevo concepto que la organización comienza a multiplicarse, no solo en Inglaterra sino fuera de ella. En 1907, surgieron los Scouts (10 a 15 años), en 1907 y 1909, se formaron las Guías (solo mujeres) y Scouts marinos (solo hombres), respectivamente, mientras que en 1916 se integraron los Lobatos, para niños de 7 a 11 años, así como los Rober’s Scouts para jóvenes de 17 a 22 años y los Scouters, nombre que se le da a los jefes.
Fue tanta su dedicación a la milicia y los Scouts que se casó hasta los 55 años de edad, con Oleva Saint Clair Soames, con quien procreó tres hijos.
Hay que aclarar que la palabra “escultismo” (en inglés Scouting) suple (en español) a un vocablo inexistente “scoutismo”. Alguien ha definido el escultismo como “Educación para la vida”.
A la fecha, existen alrededor de 30 millones de scouts, repartidos en 165 países. La finalidad del escultismo es “buscar el desarrollo físico, espiritual y mental de los jóvenes -mujeres y hombres- para poder constituirse en buenos ciudadanos”.
Más allá de un simple club de exploradores, el escultismo es una auténtica escuela de principios. Por ejemplo, todo scout hace un compromiso con su grupo: “Yo prometo por mi honor hacer cuanto de mi dependa para cumplir mis deberes para con Dios y la Patria, ayudar al prójimo en toda circunstancia y cumplir fielmente la Ley Scout” (con diversos cambios, según el país).
La columna vertebral de la organización se basa en la Ley Scout, que implica valores como el honor, la lealtad, ayuda, amistad, cortesía, nobleza, obediencia, responsabilidad, alegría, el trabajo, la limpieza y la salud.
Radicado en aquel entonces en el Distrito Federal y con 11 años de edad, tuve mi primera experiencia Scout, la cual duró 3 años. Pertenecí al Grupo 57-BP, ubicado en los límites de las colonias Narvarte y Del Valle.
Apenas me había inscrito -y sin que todavía me tomaran la protesta- asistí a mi primer apoyo: custodiar los restos en el piso del Ángel de la Independencia, que se derrumbó a raíz del terremoto de 1957.
Durante cerca de tres años asistí a más de 30 campamentos y excursiones, donde me destaqué como Guía de Patrulla. Fue así como conocí el Desierto de los Leones, Las Truchas, Teotihuacan, Cacahuamilpa, Tepoxtlán, etc.
Por cuestiones familiares, a los 13 años radiqué en Orizaba, donde alguna vez hubo Scouts, pero en 1960 habían desaparecido. Investigué en Córdoba y se dio el mismo fenómeno. En ínter, formé un grupo de exploradores con compañeros del Tecnológico, el cual duró 2 años.
Como me convertí en “el tuerto en el reino de los ciegos” en materia Scout, muchos amigos me solicitaron que formalizara un grupo y así se hizo (con el apoyo de un tal Luis). De inmediato me llamaron de Córdoba y fundé otro grupo (con el apoyo del profesor Lira), del cual fui Jefe de Tropa.
Hago la aclaración: no fui el fundador de los Scouts en dichas ciudades, simplemente reactivé algo que alguien había creado y que había desaparecido por falta de liderazgo. Lo que me enorgullece es que a raíz de mi intervención, los scouts siguen presentes en ambas ciudades.
EL SCOUT:
1. Cifra su honor en ser digno de confianza.
2. Es leal con su patria, sus padres, sus jefes y subordinados.
3. Es útil y ayuda a los demás sin pensar en recompensa.
4. Es amigo de todos y hermano de todo scout sin distinción de credo, raza, nacionalidad o clase social.
5. Es cortés y actúa con nobleza.
6. Ve en la naturaleza la obra de Dios, protege a los animales y plantas
7. Obedece con responsabilidad y hace las cosas en orden y completas.
8. Ríe y canta en sus dificultades
9. Es económico, trabajador y cuidadoso del bien ajeno.
10. Es limpio, sano y puro de pensamiento, palabras y acciones.
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