Prueba del éxito tabacalero

Corría la década de 1860 y en Veracruz empezaba uno de los negocios más sobresalientes en la historia de la ciudad, la fábrica de puros ‘La Prueba’.

El establecimiento fue creciendo rápidamente en la industria tabacalera, al grado de convertirse en la más importante exportadora de puros en el continente americano.

Su historia inició cuando los hermanos Ramón y José Balsa y del Río desembarcaron en tierra jarocha quienes llegaron de Cuba, lugar a donde años atrás habían emigrado de su natal Casiellas, un pueblo de Asturias en España.  

Antecedentes

El motivo por el cual dejaron su lugar de origen fue la falta de oportunidades laborales, por lo que en la isla cubana se dedicaron al cultivo de las plantas de las cuales se obtiene la hoja para el tabaco. Durante un tiempo realizaron esta actividad, pero los problemas desatados por la Independencia de Cuba y toda la serie de revueltas que envolvieron a dicho lugar, los obligaron a buscar nuevos horizontes.

Fue uno de sus tíos, quien vivía en Veracruz y contaba con una posición económica bastante acomodada, pues se dedicaba al comercio de madera, el que los motivó a trasladarse al continente americano.

A su llegada, los hermanos Balsa se instalaron en un pequeño local en el mercado Trigueros, donde empezaron a elaborar puros de muy buena calidad. A los dos años de trabajo, sus productos se volvieron populares y lograron establecer un expendio en los portales del Café de la Parroquia.

Crecimiento

Ante esto el mencionado tío, siendo testigo de la gran aceptación que estaba adquiriendo el negocio de sus sobrinos, decidió prestarles una fuerte suma de dinero para que buscaran un lugar más grande donde pudieran hacer crecer su empresa. Fue así como se les abrieron las puertas del edificio que se encuentra en la calle Miguel Lerdo, entre Hidalgo y Zamora, en el Centro Histórico de Veracruz, esto a finales de la década de 1880.  

Dicho edificio era la construcción para el Casino Español Veracruzano, que algunos comerciantes prominentes había iniciado. No obstante, por problemas económicos el proyecto no pudo continuar, por lo que se vieron en la necesidad de recurrir a una hipoteca. Al final la deuda no pudo ser pagada y los hermanos Balsa la adquirieron para hacerla, oficialmente, la fábrica de puros que llamaron ‘La Prueba’.

Debido al éxito de su negocio, los hermanos Balsa pudieron adquirir una hacienda en Valle Nacional en el estado de Oaxaca, la cual era perfecta para el cultivo del tabaco. Tiempo después llegaron a poseer un total de doce haciendas, aumentando su producción y consolidándose como dos de los como empresarios y terratenientes más importantes de la región.

Decadencia

Años más tarde, durante los sucesos de la Revolución Mexicana, los empresarios tabacaleros se vieron afectados pues debido a la Reforma Agraria, el gobierno se dio a la tarea de expropiar algunas de sus haciendas para regresarlas a los indígenas chinantecos que eran los antiguos propietarios. A pesar de esto, los hermanos Balsa continuaron su labor con las tierras que les quedaron.

La fábrica de puros ‘La Prueba’ fue pasando de generación a generación familiar, llegando a celebrar su primer y único centenario de existencia en el año 1964. Fue casi 30 años después cuando finalmente dicho negocio cerró sus puertas debido a un problema con algunos trabajadores que pertenecían a un sindicato y a los cuales se les había dejado de pagar su sueldo, situación que llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. 

Ese problema terminó cuando ‘La Prueba’ y todas las propiedades que formaban parte del legado de los hermanos Balsa pasaron a ser parte de diversos bancos a los cuales se les habían solicitado importantes préstamos.

Cierre

Así, en el año 1993 se terminó con el sueño de dos españoles que lograron un importante desarrollo en la región, la fábrica por la que habían luchado tanto dejaba de funcionar y el histórico edificio quedó en completa soledad para convertirse en un recuerdo de los años de gloria de la industria tabacalera en Veracruz.

Actualmente el antiguo edificio se mantiene, aunque en ruinas, en el Centro Histórico de la ciudad y es protagonista de muchas peticiones de rescate, como es el caso del libro que se presentó recientemente ‘La Historia de la Fábrica de Puros La Prueba’ de la escritora veracruzana Martha García de Benaglio, quien aportó sus conocimientos y resultados de su trabajo de investigación para la redacción de este texto.